PP y Vox exigen derogar medidas de la Agenda 2030 nocivas para el campo
El PSOE dice que apoya las demandas de los agricultores y ganaderos al tiempo que acusa al resto de "negacionistas".
Imagen de un rebaño de ovejas.
Este jueves, durante una intensa sesión parlamentaria en las Cortes de Castilla y León, el Partido Popular y Vox unieron fuerzas para exigir la derogación de medidas que consideran perjudiciales para el sector primario, enmarcadas dentro de la Agenda 2030 y el Pacto Verde Europeo.
La iniciativa, respaldada por ambos partidos, fue presentada por el procurador de Vox, David Hierro, quien afirmó que "la Agenda 2030 es una gran estafa" y calificó el Pacto Verde Europeo como un documento que favorece a las élites en detrimento de los productores del campo.
En palabras de Hierro: "La ciencia climática actual es una pseudociencia que amenaza el bienestar de millones de personas".
Asimismo, Hierro expresó su apoyo a los agricultores y ganaderos, denunciando que el Pacto Verde Europeo "se pone del lado de las élites frente a los productores", y acusando a la Unión Europea de desmontar y destruir la soberanía alimentaria con políticas que hacen "inviables" las explotaciones agrarias.
El Partido Popular, aunque respaldó la propuesta, introdujo enmiendas para precisar su posición respecto a la Agenda 2030 y el Pacto Verde. Óscar Reguera, procurador del PP, afirmó que su partido defiende "la misma posición de siempre" y llamó a poner fin al "suicidio alimentario" provocado por estos acuerdos, señalando que "Agenda sí, pero no así".
En contraposición, la oposición liderada por el PSOE, criticó duramente la postura de Vox, acusándolos de "negacionismo" y de actuar como "mayordomos" de los grandes empresarios.
Juan Luis Cepa, representante socialista, señaló que las medidas medioambientales europeas son necesarias para combatir el cambio climático y proteger el medio ambiente. El debate evidenció profundas divisiones ideológicas, con posiciones encontradas entre quienes abogan por derogar ciertas políticas ambientales consideradas perjudiciales para el campo y aquellos que defienden su continuidad como herramienta para enfrentar los desafíos medioambientales globales.
Lo que es evidente es que los principales detractores de algunas de las medidas más importantes de la Agenda 2030 son los propios agricultores y ganaderos que, a día de hoy, siguen mostrando su malestar en manifestaciones. Protestas que no solo se siguen produciendo en Castilla y León, sino también en otros puntos de España aunque, eso sí y tal y como reconocen desde las propias asociaciones agrícolas, cada vez son menos los que se unen debido también al cansancio y que, tal y como está la situación, no se pueden permitir dejar de trabajar el campo.
