Castilla y León lidera el turismo rural en julio con un incremento del 6,4% en viajeros

Castilla y León se consolida como uno de los destinos favoritos para el turismo rural, registrando un notable incremento en pernoctaciones durante el mes de julio de 2024, lo que la coloca como la segunda comunidad autónoma en preferencia de los viajeros, solo superada por las Islas Baleares.

Según la Encuesta de Ocupación en Alojamientos Turísticos publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), Castilla y León alcanzó en julio un total de 228.301 pernoctaciones en alojamientos de turismo rural, lo que representa un aumento del 2,9% respecto a las 221.852 pernoctaciones registradas en el mismo mes del año anterior. Este crecimiento es aún más significativo en comparación con la media nacional, donde las pernoctaciones en este tipo de alojamientos descendieron un 2,1%. A nivel nacional, las pernoctaciones de residentes bajaron un 5,8%, mientras que las de no residentes aumentaron un 5,9%.

Incremento en el número de viajeros

En términos de viajeros, un total de 92.274 personas eligieron alojamientos rurales en Castilla y León durante julio de 2024, lo que supone un incremento del 6,4% respecto a los 86.435 viajeros del año anterior. De estos, 77.753 eran residentes en España y 14.521 procedían del extranjero, evidenciando el atractivo creciente de la región tanto para el turismo nacional como internacional.

A pesar de este aumento en la afluencia de turistas, la estancia media en los alojamientos rurales de Castilla y León se mantuvo en 2,47 noches, ligeramente inferior a la media nacional de 3,09 noches. Este dato sugiere que, aunque la comunidad atrae a un número considerable de visitantes, estos tienden a realizar estancias más cortas en comparación con otros destinos.

En cuanto a la infraestructura y el empleo en el sector del turismo rural, Castilla y León sigue siendo la comunidad autónoma con más personal empleado en este ámbito, con un total de 5.385 trabajadores, superando a Baleares (4.371) y Andalucía (4.005). Además, en julio estuvieron operativos 3.556 alojamientos rurales en la región, que sumaban un total de 33.121 plazas disponibles. A pesar de esta capacidad, el grado de ocupación fue del 22,18% por plazas, cifra inferior al 31,04% registrado como media en el resto de España. Durante los fines de semana, la ocupación subió al 39,84%, aunque sigue por debajo del promedio nacional del 43,51%.

Análisis por provincias

Analizando los datos por provincias, Burgos y León se destacaron como las principales en términos de pernoctaciones, ocupando el séptimo y octavo puesto a nivel nacional con 40.772 y 39.710 pernoctaciones, respectivamente. La estancia media en estas provincias fue de 2,25 días en Burgos y 2,36 días en León. Estas cifras se corresponden con un flujo constante de viajeros: 18.138 en Burgos y 16.816 en León.

Ávila y Soria también destacaron, ocupando el noveno y décimo puesto en el ranking nacional de pernoctaciones. Ávila registró 13.289 pernoctaciones y Soria 8.868, con estancias medias de 2,73 y 2,94 días, respectivamente. En términos de infraestructura, estas provincias contaban con 703 y 345 alojamientos abiertos, ofreciendo 5.913 y 3.755 plazas, respectivamente.

Por último, Segovia cerró la lista de las quince provincias con mayor número de pernoctaciones en turismo rural, con un total de 23.514 pernoctaciones y 9.147 viajeros. A pesar de estar en el último lugar de este ranking, Segovia registró una estancia media de 2,57 días, y ofrecía 4.146 plazas en 448 alojamientos, con 747 empleados en el sector.

Aunque el turismo rural es un pilar importante para Castilla y León, los datos también muestran cifras más modestas en otras modalidades de alojamiento. En apartamentos turísticos, la comunidad registró 36.071 viajeros y 85.831 pernoctaciones. En albergues, se contabilizaron 38.657 viajeros y 160.893 pernoctaciones, mientras que en campings se alcanzaron 76.042 viajeros y 227.167 pernoctaciones.

Castilla y León continúa consolidándose como un destino rural de referencia en España, con un crecimiento sostenido en el número de pernoctaciones y viajeros. A pesar de una ocupación media por debajo de la nacional, la región sigue atrayendo a un número considerable de turistas, tanto nacionales como internacionales, que buscan disfrutar de su rico patrimonio natural y cultural. Estos datos reflejan la importancia del turismo rural para la economía local y la necesidad de seguir potenciando este sector para mantener su atractivo y competitividad.