Raquel Sánchez Silva, señalada por sus presuntas prácticas sexuales prohibidas
Desde luego que si algo se puede afirmar con riesgo a no equivocarse es que todo es polémico en torno a la muerte de Mario Biondo, quien fuera pareja de la popular presentadora.
Lo cuenta el suplemento Look, el Caso Biondo vuelve a ser un tema pujante y continuo generador de hipótesis y conjeturas, que se entremezclan con datos y testimonios claves, con motivo del estreno del documental de Netflix esta semana. Desde hace tiempo hay dos bandos bien diferenciados en esta trama. Por un lado, los que sostienen que Mario Biondo se suicidó (así concluyó la Justicia española) o los que se han armado de pruebas para sostener que el marido de Raquel Sánchez Silva fue asesinado.
Este último grupo está encabezado por los padres de la víctima, especialmente por su madre, Santina. Desde el primer momento removió cielo y tierra para demostrar la verdad del que probablemente sea uno de los casos más truculentos de la historia reciente de nuestro país. La fiscalía de Palermo les dio la razón hace meses al fallar que «Mario Biondo fue asesinado por autores desconocidos que simularon un suicidio». Otra decena de ingenieros, profesores, doctores y altos cargos de los Carabinieri italianos concluyeron lo mismo.
En los últimos meses ha existido un eje de personas que han tratado de silenciar los esfuerzos de unos padres desesperados por demostrar una verdad que se les resiste. Esa corriente se respira cada día en las redes sociales. Además, la praxis utilizada en la docuserie de Netflix (ocultando que detrás de su producción estaba el ex mánager de Raquel Sánchez Silva) pone en el disparadero el relato que se va a transmitir al espectador.
Objetivo claro de ese veto ha sido Óscar Tarruella. El criminólogo y ex policía judicial es una de las pocas personas en España que busca demostrar que Mario fue asesinado. Y lo hace sin pretensiones, con un ahínco incansable, sin miedo a las amenazas de muerte que ha recibido y convertido en un pilar de apoyo para Santina Biondo. Ante el inminente estreno de Las últimas horas de Mario, ha hecho un vídeo en el que da algunos datos inéditos sobre la investigación privada que inició la familia de Mario Biondo para conseguir que la Justicia española esté cerca de abrir diligencias previas. Además, da algunas pinceladas en forma de predicciones de lo que cree que el telespectador se encontrará en el mencionado documental.
Sánchez Silva y dónde aprendió sus prácticas sexuales
En este vídeo cuenta que "la familia del fallecido inició un investigación privada, realizada por una agencia de detectives contratada legítimamente", subrayando con la voz este último término. Esta decisión ha permitido ir sacando a la luz nuevos y relevantes detalles sobre el Caso Biondo. El último de ellos pone en un brete a la viuda de Mario.
Tarruella desvela un dato clave relacionado con la hipótesis de que Mario se habría quitado la vida ahorcándose. Según desvela el perito experto en el caso hay un nuevo testimonio absolutamente revelador en este sentido: "Raquel aseguraba en su declaración ante el juez que Mario Biondo y su hermana jugaban a juegos de asfixia. Eso es falso. Así lo ha declarado la hermana y toda la familia, pero hay un dato importante que hay que destacar…", empieza diciendo.
Ese avance significativo se ha logrado gracias a la investigación privada realizada por detectives y arrincona a la presentadora española: "Un testigo muy cercano al entorno de Raquel Sánchez Silva manifiesta que la que en realidad jugaba a juegos de autoasfixia erótica era ella. Eso lo aprendió en Inglaterra, cuando fue a practicar inglés. Además, explica con pelos y señales este tipo de prácticas por su parte. Esto está grabado, está puesto en un informe y está a disposición del juez en Madrid, en la documentación que se le hizo llegar el pasado mes de mayoE, confiesa el perito. Esta es una información que hasta ahora no había sido publicada en ningún medio, si bien Santina sí que la había comentado en alguna ocasión.
El relato de Óscar Tarruella sirve también para sacar a colación la conexión existente entre "una persona que conocía a Raquel Sánchez Silva y su primo, sobre todo con él, por haber mantenido una relación laboral. Le puse en contacto con la agencia de detectives. Pero este señor, que resulta que tenía un cargo muy elevado en Telefónica y además fue subdelegado de un Gobierno de España, trabajó junto al primo en una empresa que gestionaba las líneas telefónicas y manifiesta que las llamadas telefónicas y su contenido podrían ser modificadas y no como se ha dicho. Eso, lamentablemente, no lo verán en Netflix, pero sí en un juzgado", termina la información de Look.