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La Infanta Cristina se ve envuelta en una bronca en pleno vuelo

La hermana del Rey Felipe VI tuvo que aguantar otro trago a mayores de su paso por el banquillo de los acusados en el juicio del caso Nóos. Y todo porque sus escoltas se pusieron nerviosos.

Iñaki Urdangarín y la Infanta Cristina a su llegada a los juzgados de Palma.

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Un escándalo más se suma a la ya de por sí denostada imagen de la hermana del rey Felipe VI, la Infanta Cristina. Después de verla por primera vez sentada en el banquillo de los acusados junto a su marido por el caso Nóos el pasado lunes, sus escoltas amenazaron a los periodistas para evitar que esta vez hubiera imágenes de ambos dentro del avión de línea regular que les llevó de vuelta a casa. Los medios acusaron a la seguridad de Casa Real de extralimitarse en sus funciones y de impedir que realizaran su trabajo con normalidad a pesar de mantener la seguridad en todo momento.

Según relataron los enviados especiales de Antena 3 y Telecinco que embarcaron en el mismo avión, la Policía extremó la vigilancia en los trayectos desde la casa del barrio El Terreno donde se alojaron hasta la misma pista de aterrizaje del aeropuerto de Palma donde sorprendieron al no usar la puerta habitual destinada a la Familia Real.

Para los enviados especiales acostumbrados a cubrir las idas y venidas de los Borbones la actuación de la seguridad estuvo dentro de lo habitual hasta que la autoridad cruzó la línea. Los dos miembros del servicio de seguridad de Doña Cristina advirtieron a la prensa que no grabaran a la pareja en el interior del aeroplano o de lo contrario avisarían a la Policía para que no les permitiera continuar el viaje, con parada en Zurich.

"Grabé la subida al avión y ellos me vieron. La Infanta evitó levantar la cabeza y a Iñaki le saludé. Nos sentamos y llegaron los miembros del equipo de seguridad y nos amenazaron", explicó Pepe del Real en el Programa de AR para relatar la intimidación a la que se vieron sometidos.

Muy tensos, según el propio periodista, los escoltas reconocieron al compañero que estaba sentado más cerca de Cristina e Iñaki y le requisaron el material bajo la amenaza de una detención nada más bajar del avión porque "en Suiza es ilegal".

"Luego vinieron a hablar en un tono amenazante con nosotros. Nos dijeron que no entendían cómo éramos capaces de grabar esas imágenes y emitirlas, que tenían muy poca ética nuestros jefes. Les dije que ellos venían de un juicio. Cuando vieron que me ponía en mi lugar rebajaron el tono", concluyó reportero de Ana Rosa muy indignado por el trato recibido.

Del Real viajó con un escolta sentado al lado que le estuvo abroncando durante el resto del viaje hasta llegar a la ciudad donde actualmente reside la familia Urdangarín. A primera hora de la mañana, la cordialidad regresaba al entorno de la Infanta cuando ella misma tomó la iniciativa y saludó a los periodistas congregados a las puertas de su residencia.