Una misteriosa visita de la Infanta a una clínica dispara los rumores
Los periodistas analizaron con lupa la última visita a España de la hermana del Rey pero se les pasó un detalle que puede resultar clave para saber qué hizo doña Cristina en Barcelona.
La vimos en una visita fugaz en Madrid y saltaron todas las alarmas por si esta vez se producía el esperado encuentro entre Cristina de Borbón y su hermano el rey Felipe VI pero fue un idea fugaz. Ella buscó el acercamiento pero la Casa Real la despachó con viento fresco y un "nada que decir al respecto". Pero su periplo por España no comenzó en la capital. La infanta llegó en un vuelo desde Ginebra a Barcelona, un destino al que viaja a menudo por trabajo y que no levantó sospechas, a priori.
Esta vez la parada en la Ciudad Condal fue un poco más larga de lo que acostumbra doña Cristina. El procedimiento habitual es que ella llegue por la mañana, haga las gestiones correspondientes por su trabajo en La Caixa y regrese a Suiza para no ser vista pasando la noche. ¿Qué ocurrió esta vez?
Cristina no tuvo más remedio que pernoctar en el AC Marriot Victoria, su hotel de cabecera cada vez que visita Barcelona, para acudir a una cita en la clínica Teknon donde se sometió a un retoque estético según desvela Pilar Eyre en su columna para La Otra Crónica.
El doctor Vila Rovira, el cirujano plástico de los vips en la Ciudad Condal, lo desmintió durante la inauguración de su nuevo centro en Madrid pero de paso le dio un consejo médico que solo consiguió aumentar las sospechas. Las manos que operaron a Belén Esteban recomendaron a doña Cristina que volviera a pasar por el quirófano como ya hizo cuando conoció a Iñaki Urdangarin "para quitarse esa enorme verruga tan antiestética que tiene en la cara, cuanto más adelgaza, más se le ve. Es una operación muy sencilla que se hace con anestesia local...", le recomendó el buen doctor que también se encargó de los retoques de la televisiva Karmele Marchante.
El próximo martes se reanuda el juicio por el Caso Nóos y ella tendrá que estar presente en el banquillo aunque su declaración no se espera hasta finales del febrero. Será entonces cuando saldremos de dudas y veremos si su imagen ha mejorado como le recomienda el cirujano o solo fue un guiño para que se pase por la clínica la próxima vez que pise suelo español. Hasta ahora su aspecto ha sido el de una mujer abatida, con bolsas en los ojos y ni una gota de maquillaje.