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Rocío Carrasco no puede más: el chantaje de su hermana Gloria Camila

La hija de Rocío Jurado -y de María Teresa Campos- se ha visto envuelta en una nueva polémica por el desplante de su familia en la presentación del sello de la cantante.

Rocío Carrasco estuvo acompañada por su hermana Terelu Campos

Publicado por
Redacción

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El Teatro Real de Madrid fue el lugar escogido para la presentación del sello que Correos pondrá en circulación con la imagen de Rocío Jurado. Un evento cultural que debió reunir a los miembros de su familia pero que únicamente sirvió para demostrar la rotura total de la saga. Responsabilizan a Rocío Carrasco, cuyo hartazgo empieza a ser locura. No me extraña, pues todos sus movimientos son juzgados con ferocidad. Me insisten que Rocío no entiende tanta animadversión, sobre todo porque hace ya mucho tiempo que decidió que el silencio sería su mejor aliado. Ni siquiera ha incumplido sus principios ante las constantes e hilarantes provocaciones de su hermana Gloria Camila que, lejos de acercar posturas, provoca mayor hostilidad con sus actuaciones. Gloria se ha crecido ante el apoyo mediático y parece dispuesta a destrozar la imagen de Rocío. Cueste lo que cueste. Sin embargo, no todos creen que esté comportándose de forma correcta. Más bien todo lo contrario.

Gloria Camila no acudió al homenaje a su madre porque apoya a su sobrina

Su desplante en la presentación del sello de su madre ha hecho correr ríos de tinta. Me confirman que decidió no acudir porque la hija de la Carrasco no estaba invitada al ceremonial. Una conclusión inexacta, pues si bien Ro no recibió invitación formal (no mantiene contacto con su madre) la joven podría haber acudido a rendir homenaje a su abuela querida. Nadie habría impedido su entrada al Teatro Real en el que, además, se congregaron periodistas y todo tipo de personalidades. Su decisión, premeditada y estudiada para el disfrute de los medios, empañó un evento en el que Rocío Jurado tendría que haber sido la única protagonista. A ella, y a nadie más, le debían una gratitud incumplida por necesidad de polémica. El amor a una madre (o abuela) debería estar por encima de rifirrafes familiares que, por supuesto, reciben la aprobación incomprensible de José Ortega Cano, camuflado en una serenidad que no es tanta.

Tiran a dar aún sabiendo que Rocío ha intentado un acercamiento familiar siempre negado y rechazado. Es la historia de una fábula que han escrito muy a su pesar. Tiempo al tiempo.