Mila Ximénez vuelve a imponer la ley del miedo y se enfrenta a Lydia Lozano

No cabe duda de que Mila Ximenez ha sido la concursante más controvertida de la última edición de Supervivientes. Habitualmente malhumorada, sus enfrentamientos con el resto de robinsones le han convertido en la participante con mayor polémica de la historia del reality. Pero su llegada a España no tiene visos de ser menos ajetreada. Al menos es lo que se desprende después de la emisión del último debate de Supervivientes en el que Mila repartió estopa a troche y moche. Y es que la colaboradora de Sálvame aprovechó que tenía cerca a Lydia Lozano para preguntarle, casi exigirle, por qué había dicho que le tenía miedo.

Porque la ex de Manolo Santana sigue manteniendo que ella no atemoriza a sus compañeros. Que nunca ha sido su intención devorar televisivamente a quien ha osado llevarle la contraria. Lo que parece no entender es que, con esa actitud incriminatoria con la que recrimina las críticas recibidas, sigue imponiendo la ley del miedo. No se entiende tanta presión ante algunos de sus propios compañeros, que no han dudado en describir su realidad.

Pero, al mismo tiempo en que Telecinco emitía el programa especial sobre los concursantes, Mila era una de las invitadas al estreno de la obra de teatro Iba en serio de Jorge Javier Vázquez en Barcelona. Lo hizo acompañada de Alba, su hija, con quien mantiene una estrecha relación en la que comparten todo tipo de confidencias. Otros de los invitados fueron Mónica Naranjo o la propia madre del presentador.