Belén deja al descubierto su punto débil y le pone en bandeja el juicio a Toño
A la colaboradora el tiempo le ha pasado factura y ha tenido que recurrir a terceras personas para comprobar qué fue realmente lo que le ordenó a su exrepresentante cuando reinaba la paz.
Belén Esteban durante sus vacaciones en Benidorm.
A juzgar por sus últimas imágenes, disfrutando de una buena lectura a orillas de la piscina, a Belén Esteban le importan poco o nada las últimas informaciones que apuntan a que Toño Sanchís tiene testigos de su entorno más cercano y mensajes de texto que podrían destruir su carrera si salieran a la luz.
Sin embargo, según ha desvelado el periodista Antonio Rossi, el apacible descanso de la colaboradora de Sálvame no es tal y sigue, en la distancia, muy pendiente de las últimas pesquisas sobre los supuestos mensajes porque ni siquiera ella está segura de las órdenes que en su momento le pudo transmitir a su exrepresentante.
Por eso, ante las dudas, ha recurrido a los expertos para investigar su propio teléfono y recuperar un backup, es decir, una copia de toda la información de su terminal, para poder confirmar sin ningún género de dudas que no envió ninguno de los mensajes a los que Toño se acoge como pruebas.
El periodista también ha desvelado que Belén conoce de sobra los nombres de los dos supuestos testigos que Toño Sanchís presentará a su favor en el caso contra la "Princesa del pueblo". Por un lado, el gestor al que ella también ha señalado, y amenaza con demandar, y una de las antiguas trabajadoras de la oficina de representación de la que se desconoce su identidad.