Isabel Pantoja en el centro de la diana por la boda de su hijo Kiko Rivera
La boda de Kiko Rivera e Irene Rosales despierta el interés de los medios pero no por el enlace matrimonial, sino por todo lo que conllevará. El reencuentro más esperado.
Chabelita Pantoja ha cruzado el charco para refugiarse de la presión de los medios, a pocos días de la boda de su hermano. Y más sabiendo que sus últimas declaraciones, acusando a Kiko de echarle en cara que es adoptada, iban a causar un gran estruendo. Pero la situación familiar es realmente tensa.
Insisten a este medio que Isabel Pantoja está nerviosa por el día de la celebración. No sólo porque será el momento en el que se reencuentre con parte de la familia y amigos que todavía no ha visto, sino porque no sabe cómo gestionar el enfrentamiento que sus hijos mantienen en público y en privado. Está ansiosa por resolver la situación, aunque sabe que es más que complicado.
Pero Isabel tiene también una polémica en puertas. El día de la boda de Kiko Rivera e Irene Rosales servirá también para que la tonadillera mantenga el primer contacto con Raquel Bollo, a quien desterró de su lista de los afectos después de que explicara públicamente aspectos meramente privados: "si tengo posibilidad le preguntaré el por qué de esta situación, pero seguramente no será el momento".
Del presumible encuentro también ha hablado Anabel Pantoja: "imagino que, conociendo a mi tía y a Raquel lo que realmente suceda es que se abracen y se emplacen para hablar en otra ocasión".