Susana, la amiga traidora de Toño Sanchis que destapa sus mensajes más morbosos
Tras meses intentando dar a conocer las pruebas de su amistad con Toño, Susanita ha hablado de fotos, mensajes subidos de tono y encuentros carnales. Un polémica confesión.
Toño Sanchís se enfrentará a sus peores miedos
Al final se ha conseguido. Después de que se diera a conocer el nombre de Susana Espona hace meses, por fin, la que se declara como amiga íntima –y traicionera- de Toño Sanchís, ha conseguido cerrar su cita para contarlo todo.
Parece que no va a defraudar a ninguno de los interesados en este culebrón, ni a los íntimos de Belén Esteban. Y es que la madre de Andreíta será una de las encargadas de sentarse delante de Susana, en su aparición en el Deluxe, y de preguntar ciertos detalles que podrían ayudar a arrojar luz a este asunto.
Aunque, aseguran, es más que suficiente para dar veracidad a la historia la cantidad ingente de mensajes, fotos y grabaciones que Espona aporta. Un material que da una imagen muy distinta de Toño Sanchís y que, según Espona, muestra al representante de Olvido Hormigos como un hombre morboso, al que le encantan las fotos, los mensajes y las llamadas para peguntar con quién estas y cómo vas vestida.
Según ha explicado la propia Susana, Toño y ella han tenido dos encuentros íntimos con besos y caricias
Según ha explicado la propia Susana, Toño y ella han tenido dos encuentros íntimos con besos y caricias. Y, tal y como explicaban en el programa de Ana Rosa, esas relaciones tuvieron lugar en 2013 y en Barcelona. Una vez en una discoteca y, otra, en la propia casa de Susana y después de que Toño dejase a Belén Esteban en el dentista.
Unas pruebas que pueden acabar de dinamitar lo poco que parece firme en el matrimonio de Toño y Lorena. Además de acabar con esa imagen marital que han intentado mostrar en un photocall esta semana y que parece, de todo, menos feliz.
De hecho, Susana afirma que cuando Lorena se entere de los mensajes va a ver muchas cosas claras y se dará cuenta de que puede haber otras mujeres. Lo que algunos ya han bautizado como el próximo caso Alessandro Lequio.