Paz Padilla, entre lágrimas, limpia la dura imagen de su gran mentira
Paz y su marido no se han ido de viaje de novios. La sustituta de Jorge Javier ha querido estar en el programa y dar una explicación de su desplante y su secretismo.
Paz está mucho más tranquila después de pedir perdón
La cercanía de Paz Padilla, esa que la ha hecho tan querida, ha quedado patente una vez más. Y es que, aunque la sustituta esporádica de Jorge Javier al frente de Sálvame, haya tenido roces con el resto de compañeros –como el que mantuvo con Lydia Lozano antes de casarse-, sabe meterse a todos en el bolsillo.
La sorprendente boda de Paz y la que ha sido su pareja, de forma intermitente, en los últimos 32 años, Juan Vidal, sorprendía a todos por el secreto con el que había llevado la cosa. De hecho, muchos de sus compañeros ni siquiera sabían que Paz y Juan habían decidido casarse en la playa y celebrarlo junto a unos pocos.
Tan pocos, que muchos de ellos no estaban invitados. Lo que ha sentado muy mal a más de uno. Sólo, al parecer, Belén Esteban y Kiko Matamoros recibieron invitación para el enlace. Pero decidieron no aceptarla por lo precipitado de la situación y la ausencia de Mila Ximénez, Lydia, Kiko Hernández y el resto del elenco Sálvame.
A ello se unía la tirantez que Paz mostró durante parte de su boda por la presencia de fotógrafos de agencias y de revistas que querían instantáneas de calidad del Sí, quiero de Padilla y Vidal. Algo diferente a las fotos que Paz no dudó en compartir en su cuenta de Instagram.
Perdón público
Pero ese resquemor que se ha mostrado contra Paz durante el fin de semana, ha encontrado pronta respuesta por parte de Padilla. La señora de Vidal no dudó en pedir perdón de forma pública y en dar sus razones para tanto secretismo: quería privacidad, sólo íntimos y que no hubiera prensa en un día tan íntimo. Y, sobre todo, convertir en una fiesta de celebración lo que ya se había formalizado meses atrás en la India.
Y es que Paz, para sorpresa de amigos y compañeros, confesó también que se había casado con Juan en una boda sorpresa durante un viaje a la India. Por lo demás, parece que sus explicaciones, sus lágrimas y su sinceridad le han hecho merecedora de esa petición de indulgencia