Cámara oculta: cazan al suegro de Kiko lamentándose por la boda de su hija
La grabación con cámara oculta del padre de Irene Rosales tendrá sus consecuencias. Así lo ha reconocido ya su hija que, muy enfadada, no está dispuesta a seguir con esta polémica.
La felicidad que están viviendo Kiko Rivera e Irene Rosales después de la sonada boda que protagonizaron hace una semana escasa, está más que enturbiada.
Las noticias sobre el enlace, los invitados, los topos y las consecuencias derivadas del Si, quiero más esperado del clan Pantoja –con permiso de Chabelita Pantoja- se suceden una detrás de otra.
Después de las acusaciones de Kiko Hernández sobre la posibilidad de que el topo de la boda Rivera Rosales fuese Fran, el manager de Francisco Rivera, la que está en el ojo del huracán es la familia de Irene Rosales.
Mucho se ha comentado si la familia Rosales se sentía ninguneada por los Rivera Pantoja, por qué el suegro de Kiko no asistió a la boda o si estaban de acuerdo con los derroteros que estaba tomando la vida sentimental de Irene. Aunque, después de que Irene tuviera una hija con Kiko, poco les queda por decir.
Sin embargo, la última traición mediática ha dolido mucho a Rosales. Tanto, que ya ha anunciado que el asunto está en manos de sus abogados. El que hayan grabado a su padre con una cámara oculta y que en esa grabación se le oiga decir que a él le hubiese gustado otra boda y que hubiera preferido que Irene se casase con alguien distinto, no quedará así.