El encuentro de los hijos de "El Cordobés" levanta sospechas de otros intereses
El diestro no ha podido impedirlo: Sus dos hijos Manuel Díaz y Julio Benítez, se verán las caras por primera vez en la plaza de toros de Morón de la Frontera el próximo mes de marzo.
Es la peor cornada de su vida. Manuel Benítez "El Cordobés" no ha podido evitarlo. Su esfuerzo en que sus dos hijos, el "reconocido" y el "ignorado" se conozcan y se vean cara a cara ha caído en saco roto. Por primera vez, Manuel Díaz y Julio Benítez coinciden haciendo lo que más les gusta, torear.
Los diestros han dado una rueda de prensa multitudinaria donde por primera vez se veían las caras y se saludaban afectuosamente, dejando atrás rencillas promovidas por su padre. Sin embargo, los rumores de una operación de marketing para promocionarse han levantado sospechas de que habría otros intereses.
El primero en expresar su alegría por conocer personalmente a su hermano ha sido Manuel al confirmarse el cártel lo celebraba con sus seguidores en su perfil de Twitter:
"Con gran ilusión os anuncio que el próximo 11 de marzo torearé por primera vez con Julio Benítez. Será una tarde muy especial por lo que significa", escribió el hijo de Manuel Benítez, reconocido como tal el año pasado.
La expectación es máxima, los dos hermanos no se conocen y nunca han coincidido en los ruedos, entre la alternativa de Manuel, en Sevilla, y la de Julio, en Córdoba, han pasado más de catorce años. A parte del morbo que genera este encuentro en la plaza de Morón de la Frontera, hay implícito algo más importante, el valor sentimental, el patriarca creo un muro entre los dos al no querer reconocer la paternidad de Manuel. Ahora esa barrera se ha roto al reconocerse en los tribunales como hijo legítimo, algo que ocurrió en 2016.
Sin embargo, Julio es fruto del matrimonio de Benítez con la francesa Martina Fraysse. Siempre ha estado protegido y apoyado por el diestro ya retirado, a diferencia de su hermano que hoy celebra una noticia que nunca pensó que ocurriría. Así compartía con sus seguidores el esperado momento de conocer a su hermano.
El sueño de Manuel era estar en el ruedo con su padre, "nunca me aburriré de esperar, sueño con que algún día nos demos la mano", decía el torero. Este puede ser el primer paso de un acercamiento familiar inexistente hasta la fecha.