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El despreciable gesto de Kiko Matamoros a su hijo muestra su falta de escrúpulos

El acto del colaborador que lleva sin hablar con su hijo más de un año, ha sido considerado como deleznable y deja su papel como padre por los suelos. Su hija Laura rompía a llorar al verlo.

Kiko Matamoros niega el saludo a su hijo Diego.

Kiko Matamoros niega el saludo a su hijo Diego.

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Sin pestañear y con una frialdad suprema. Kiko Matamoros irrumpía en el plató del Deluxe durante la entrevista conjunta de sus hijos Laura y Diego en la que denunciaban unas supuestas gestiones fraudulentas de su exrepresentante, Jorge Blanco.

El colaborador de Sálvame avisaba de que no pretendía frivolizar con el tema de las relaciones con sus hijos, Laura, que ahora lleva una buena relación con su padre, aseguraba que ya ha desistido en una reconciliación entre padre e hijo.

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Diego daba un pequeño paso hacia su padre diciendo que estaba contento con la cercanía que mantiene con su hermana Laura y, a la vez, intentaba "firmar" la paz con él. Fue un intento fallido, el hijo de Matamoros sufría un rechazo total, al ir a darle la mano, su padre le negaba el saludo.

Agradecido con los gestos que su padre ha tenido en los últimos días por el escándalo de Jorge Blanco, Diego ha querido acercarse físicamente a su padre pero, muy distante y frío, Kiko Matamoros, salía del plató rechazando cualquier acercamiento con su hijo.

Kiko Matamoros, frío y distante, niega el saludo a su hijo Diego en pleno directo del "Deluxe" ante su hermana Laura que rompe a llorar

Cabizbajo y serio, Diego intentaba no darle importancia a ese rechazo televisado: “Me he levantado para darle la mano y agradecerle lo que ha estado haciendo por nosotros estos días con este tema. No pasa nada”, decía.

Ni abrazo ni saludo, Matamoros ante el acercamiento de su hijo, se alejaba y evitaba cualquier intento de reconciliación con su hijo. La tensión fue tal, que su hija Laura no pudo contener la emoción y rompía a llorar mientras los propios compañeros del colaborador reaccionaban diciendo que les había parecido un gesto muy feo.

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