Kiko Rivera engaña a sus seguidores de la Red y lo paga caro
El hijo de Isabel Pantoja quiere parecerse a estrellas de la música que cuentan con millones de fans y ha sido pillado en una presunta mentira que deja su imagen por los suelos.
Kiko Rivera acusado de presunta manipulación de datos en su perfil de Instagram.
Todo por la fama. Kiko Rivera presumía de tener en su perfil de Instagram 211 k de seguidores, lo que traducido significa unos 211.000 seguidores y esa cantidad parece estar inflada. El DJ quiere convencer de que tiene miles de admiradores y el programa Cazamariposas le ha "cazado".
El hijo de Isabel Pantoja ha entrado en una estrategia algo sucia que ha enfurecido a sus fans, se sienten engañados. Al parecer, ha invertido en su propia imagen y ha comprado un elevado porcentaje de seguidores falsos en su perfil en las redes sociales. El coste de estos followers ficticios podría haberle costado entre 300 y 500 euros y le ha convertido en uno de los más seguidos.
Según expertos en Social Media, hasta el 51% de los seguidores que tiene serían falsos, siendo un 32% los inactivos y el 17% los reales en su cuenta de Instagram.
Kiko Rivera no es el único famoso que ha utilizado esa oscura estrategia para hacer creer a la audiencia que tienen muchos seguidores, su prima Anabel Pantoja e Ylenia también habrían falseado esos datos en sus perfiles.
Kiko Rivera y su prima Anabel "engañan" en sus perfiles de Instagram con seguidores "comprados" e "irreales"
En el caso de Anabel dice contar con 361.000 seguidores, hasta el 36% de sus followers comprados, así que el 47% de sus seguidores son inactivos, siendo el 17% restante los reales y activos en su cuenta.
La concursante de GH Vip también habría comprado parte de los 630.000 seguidores que figuran en su cuenta. Ylenia tendría un 20% de los followers de su cuenta comprados, siendo un 38% los reales y un 42% los inactivos.
A coste de euros, el DJ y su prima "pagan" para posicionarse en las redes sociales con seguidores falsos. Esto es muy arriesgado porque ahora su prestigio está por los suelos.