El mal momento que atraviesa Campos enciende las alarmas en el clan familiar
La matriarca de la familia no pasa por su mejor momento y está generando una honda preocupación en sus más allegados. Concretamente Terelu y Bigote Arrocet se llevan las manos a la cabeza.
El disgusto y la preocupación de María Teresa Campos es un hecho después de que su programa de Telecinco Qué Tiempo Tan Feliz haya pasado a emitirse solo los sábados y se haya suprimido la entrega dominical por falta de audiencias.
Una reducción en la parrilla televisiva que ha afectado mucho a la malagueña. Y es que además de la cancelación de la entrega de los domingos, el programa de los sábados ahora será grabado y durará menos horas.
A pesar de que la Campos no ha querido trasmitir públicamente su malestar tras conocer la noticia, sí que ha compartido su preocupación con su entorno más cercano, y fuentes cercanas a la pareja de Edmundo Arrocet así se lo han confirmado a la revista Pronto: "María Teresa está verdaderamente preocupada y molesta con los recortes. Teme que supriman el programa definitivamente. El otro día la vimos muy enfadada hablando con Terelu, refiriéndose al problema que se les presenta. La madre no está acostumbrada a que le quiten de un plumazo un programa, no se da cuenta de que los índices de audiencia no son lo que la cadena espera. Le cuesta asumir que las cosas no van bien... En ese sentido es muy soberbia. Además, es consciente de que si, finalmente, se elimina el espacio de la parrilla, no solamente ella, sino también su hija y su novio saldrían perjudicados. Y no están las cosas como para que disminuyan los ingresos familiares...".
Vamos que si Campos se queda sin su programa, tanto Terelu como Bigote Arrocet perderían también su trabajo, puesto que ambos forman parte del equipo de ¡Qué tiempo tan feliz!
"A nadie le gusta que le quiten un programa, ¿cómo quieres que esté mi madre? ...Pues mal. Os lo podéis imaginar", ha suscrito su hija Terelu en su última aparición durante la celebración del cumpleaños de su amigo Juan Peña.
Sin embargo, la también colaboradora de Sálvame quiso desmentir que su madre debiera una deuda de 800.000 euros por la que se vería obligada a seguir trabajando en televisión: "No es verdad, pero no se puede hablar".