Juan Carlos y Froilán incendian la convivencia en la Familia por una imprudencia
El hijo más "rebelde" de la Infanta Elena pasa unos días en Madrid junto a su abuelo. Una "ocurrencia" taurina no ha sentado bien en el seno familiar. La calma no se instala en la Casa Real.
Lo cuenta este fin de semana LOC, el spring break de Froilán no defraudó a nadie. El hijo de la Infanta Elena dedicó sus días sin clase en Estados Unidos (donde dan vacaciones por primavera) para pasar tiempo con su abuelo Juan Carlos en España y dar rienda suelta a su principal pasión: los toros. Esta vez, el joven de 18 años quiso ir más allá y ponerse delante de un animal de 200 kilos en el cortijo toledano de Palomarejos, propiedad de Fernando Peña. Este ganadero mantiene una estrecha amistad con el monarca emérito pero no fue este último quien gestionó la alternativa de su nieto, sino el torero Gonzalo Caballero. Fue él quien le pidió a Ana Peña, hija del dueño de la finca, que organizase un tentadero en el que su íntimo amigo pudiese dar sus primeros pases con un capote antes de regresar al estado de Virginia a proseguir con sus estudios en el internado militar.
Eligieron el viernes de la pasada semana para celebrar la cita taurina en la más absoluta confidencialidad. Sólo fueron invitadas ocho personas a las que se le pidió "la máxima discreción", según cuenta LOC. Los organizadores no deseaban tener que lidiar con paparazzi en las inmediaciones del cortijo ni que hubiese filtraciones de fotografías del sobrino del rey Felipe VI toreando. Era una imagen golosa para la prensa y podía ser objeto de tergiversación por parte de las plataformas animalistas.
Gonzalo Caballero, que toreará en mayo en Las Ventas, fue el primero en estrenar la tarde. Cuando acabó su faena, se acercó a Froilán y le entregó su capote manchado con la sangre que habían derramado las becerras tras ser atacadas por la puya del picador. El joven saltó al pequeño ruedo, se puso en el centro del mismo y esperó tranquilamente a la becerra que le sacaron. "Una erala de 200 kilos de peso, con cuernos y grande", según relata uno de los ocho testigos de su alternativa.
"Le echó mucho valor porque la vaca era grande, pero hay que decir que si hubiera sido embestido podría haberla parado sin problemas con su propio peso. No corrió ningún peligro porque, además, en la plaza estábamos muy pendientes de él por si le daba algún revolcón", explica una de las personas que estuvo en esta finca toledana donde comenzaron a tentar toreros de relumbrón como José Tomás o El Juli. Ahora está gestionada por Ana Peña, también directora general de la reputada empresa de azulejos que lleva su mismo apellido.
Felipe de Marichalar se llevó la ovación de los allí presentes y quiso inmortalizar aquel momento con una fotografía con Gonzalo Caballero. Fue entonces cuando el propio chaval quiso hacer pública aquella tarde a pesar de que los promotores de la cita se habían preocupado de envolverla de secretismo. "Cogió él mismo el móvil de Gonzalo y subió la foto al perfil de Instagram de su amigo", comenta un testigo de los hechos. Esta fuente desmiente que el diestro esté usando al hijo de la Infanta para promocionarse.
Froilán pasa estos días junto a su abuelo, el Rey emérito Don Juan Carlos. En este sentido, según ha podido saber ESdiario, no ha sentado nada bien ni la "aventura taurina" de Felipe Froilán ni que haya finalmente trascendido. Responsabilizan al abuelo de ello y la Infanta Elena no está nada contenta por ello.
Riña en la discoteca
Sobre todo tras conocerse otro altercado. En la víspera de su debut taurino, Froilán quiso disfrutar de la noche madrileña en su discoteca favorita: Teatro Barceló. A las cuatro de la mañana, el joven estuvo involucrado en una pequeña trifulca, según un vídeo difundido por Sálvame. En las imágenes se puede apreciar cómo Froilán discute con otro chico. "Si me pega, tengo una razón para pegarle", le dice su contrincante a sus colegas. La respuesta de Froilán no se hace esperar: "¿Qué me vas a pegar tú? ¡Tócame!", le espeta el sobrino de Don Felipe al adolescente, que le replica: "Eres el nieto del Rey, no te voy a tocar". Después ambos se encaran y Froilán le suelta: "Me estás empujando tú. Yo no te estoy tocando. Ten cuidadito, no me toques [...] Encima van diciendo que la tienes pequeña...chiquitín".