Los "chanchullos" de Kiko Rivera ponen en el disparadero a sus hermanastros
A punto de ser sancionado por conducir sin carnet y pendiente de ser vetado junto a Isabel Pantoja para hacer bolos por los pueblos de España, el DJ se las ingenia para "hacer negocio" .
Está en un momento álgido de escándalos. Se salta las normas, la ley le persigue y le ponen trabas para desarrollar su carrera musical. Así están las cosas para Kiko Rivera. Está molesto y lo expresa en su perfil de manera rotunda.
Pero su cabeza no descansa. El hijo de Isabel Pantoja desarrolla su ingenio para "hacerse de oro".
Ahora, tiene entre manos vender Cantora a sus hermanos por unos 7 millones de euros, según publica La Razón. El precio estimado sería de 4,4 millones pero él quiere "sacar tajada" aunque los compradores puedan ser de la familia.
Kiko Rivera quiere "sacar tajada" con la venta de su parte de la finca "Cantora". Sus hermanos Fran y Cayetano podrían estar interesados en la compra
Solo los íntimos conocen esta idea de Kiko. Es "top secret". Al parecer, está en conversaciones con sus hermanos Fran y Cayetano para vender su parte, un 47 % de la finca en la que vivieron los tres durante diferentes etapas de sus vidas junto a su padre, Francisco Rivera, Paquirri, hasta su fallecimiento en 1984.
En caso de que se realice la venta, Isabel Pantoja debería estar totalmente de acuerdo, la cantante dispone del 53 % restante de la propiedad. La negociación no está siendo fácil, el precio resulta muy elevado en comparación con otras fincas de la zona. Cantora cuenta con 370 hectáreas, la vivienda principal tiene una superficie de 637 metros cuadrados dividida en dos plantas, dispone de un garaje de 176 metros cuadrados, piscina, salón de juego con gimnasio, sauna, bodega, caballerizas, oficinas y una plaza de tientas.
También habría que negociar los objetos personales de Paquirri que reclama Fran Rivera a Isabel Pantoja. Aunque él lo niega, Fran parece ser el más interesado en adquirir la casa que su padre dejó en herencia a la cantante.
Otros se han interesado en la finca pero ni Isabel ni Kiko. Dos actores porno norteamericanos dedicados a la cría de caballos, que querían instalar una granja de reproducción animal. Al final, no hubo acuerdo económico. Todo apunta a que sean los Rivera los posibles compradores.