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El polémico llanto de Mariñas y el mensaje oculto de Teresa Campos en su adiós

"¡Qué tiempo tan feliz!" baja el telón para siempre. El elenco de colaboradores se queda en el paro y la presentadora seguirá en Telecinco aunque un llanto pone de manifiesto el fracaso.

La despedida de "¡Qué tiempo tan feliz!".

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¡Qué tiempo tan feliz! ha dicho adiós este fin de semana, después de 8 años ininterrumpidos en antena. Tal y como les ha venido contando ESdiario, primero redujeron de dos a un día las emisiones y finalmente Telecinco ha cancelado el espacio que presentaba los fines de semana María Teresa Campos en la primera cadena de Mediaset. El futuro ahora de la Campos está en el aire aunque esta misma semana ha suscrito, como lo hiciera Jorge Javier Vázquez, un contrato de "larga duración" con la cadena.

Pero si por algo se va a recordar el adiós del espacio de variedades que presentaba Teresa Campos en las tardes de Telecinco, además por un repaso a los mejores momentos del programa, va a ser por las ¿polémicas? lágrimas de unos de sus colaboradores más emblemáticos, el periodista Jesús Mariñas, que dejaba escapar alguna que otra lágrima en el cierre de ¡Qué tiempo tan feliz!. Polémicas porque han suscitado un sin fin de comentarios y especulaciones en las redes sociales, un buen número de ellos dudando de la veracidad de ese llanto roto del periodista rosa.

Puede ver uno de los momentos de la despedida pinchando este enlace.

Pero en plató creyeron las lágrimas. Tanto es así que Campos detenía el programa y manifestaba que "no parezca esto una despedida porque estoy viendo hasta a Mariñas llorar y ya lo que me faltaba", declaraba en primer lugar dirigiéndose al periodista. Pero al ver a su compañero de fatigas totalmente derrumbado, María Teresa se levantaba de su silla y se acercaba a él para ofrecerle sus brazos mientras pronunciaba la siguiente frase: "¡Ay, el duro que se volvió blando!".

En ese momento ambos se fundían en un abrazo y Jesús Mariñas ya sonriendo decía, con los ojos mojados, a Campos con su tono habitual y tan característico: "Que volviste blando".

Pero las lágrimas de Mariñas se interpretan también de otra manera: ponen de manifiesto que estamos ante un fracaso televisivo de la matriarca de las Campos y, pese al contrato suscrito y al que hemos hecho mención, ahora hay un cierto camino de incertidumbre laboral por delante. La tristeza "desnudaba" esta evidencia.

El enigmático mensaje de Teresa Campos

Pero para ahondar en el misterio. María Teresa Campos, que domina a la perfección el lenguaje televisivo, quiso lanzar un mensaje oculto o por lo menos enigmático: "Es un día de alegría porque uno recupera aquellas cosas que nos han hecho felices". Estoy un poco flojita pero no es porque se acabe el programa". ¿Qué quería decir con tan confuso mensaje Teresa Campos? ¿Tal vez una confesión de carácter personal o un dardo dirigido a sus jefes?