La última víctima de Supervivientes llora amargamente tras ser descalificada
Se las prometía muy felices porque todo parecía que viajaría a Honduras para participar en la nueva edición de Supervivientes. Pero no ha podido ser.
María Lapiedra no atraviesa un buen momento. Estaba realmente ilusionada con participar en Supervivientes. Ya se veía dentro. Llevaba meses preparándose para la supervivencia. Había aprendido a pescar. Estaba mejorando su tono físico y tenía muy claro que lo daría todo en Honduras. La suya era una apuesta segura. Sin embargo, todo se ha ido al traste.
Cuando María recibió la noticia de que se caía de la lista de concursantes de Supervivientes, lloró. No entendía por qué la dejaban fuera. Está convencida de que es una buena candidata. Cualidades no le faltan, tiene tirón mediático, es guapa, con un físico estupendo y un montón de seguidores. Además de un programa que la adora y apoya a muerte, Cazamariposas. Sin embargo, nada de esto ha servido.
María había pedido un caché de 6.000 euros para enrolarse en la nueva edición del programa
No es la primera vez que María se queda en tierra. En la pasada edición de Supervivientes no obtuvo el aprobado y tuvo que conformarse con ser reserva. Y como perseverante que es, lo ha vuelto a intentar este año. No sabremos si lo hará el siguiente pues está tocada, hundida y desilusionada. Todavía no ha digerido el amargo sabor de la desilusión. Para ella no era una cuestión de dinero, pues el caché que pedía no era muy alto, 6.000 euros a la semana, sino un reto.
En los últimos tiempos, Lapiedra busca nuevas salidas profesionales. Se ha convertido en blogger y sirve de reclamo para algunas firmas. El programa Sábado Deluxe ha contado con ella en un par de ocasiones. También continúa con su tienda de ropa para niños. Y es que esta mujer no puede estar quieta.