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La encrucijada de la Reina Sofía: su pasión por lo esotérico y su "desamor"

Se enroló en las aventuras de lo desconocido hasta el punto que uno de los periodistas que viajaba con ella se le declaró de una forma muy sugerente. Ella calló y siguió casada.

La Reina Sofía tiene muy claro quién es quién en su vida

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Fue en 1974 cuando la reina Sofía mostró abiertamente su interés en lo desconocido. Había leído varios libros de J.J. Benítez y lo invitó al Palacio de La Zarzuela para conocerlo. El escritor recuerda que también estuvo presente don Juan Carlos y le llamó poderosamente la atención el interés de la soberana por los temas paranormales. Durante años, J.J. Benítez formó parte del grupo de periodistas que viajaban con los entonces Príncipes de España. En uno de estos desplazamientos, en concreto el que realizaron a Perú, se destapó que el escritor se sentía profundamente atraído por doña Sofía. Así lo narra Pilar Eyre en su libro, La soledad de la reina: “La reina apenas se hablaba con el rey, se hizo muy amiga de Juan José Benítez, que le hablaba de ovnis y de cuerpos astrales, a ella le interesaban mucho estos temas, decía que su padre había sido un iniciado. Yo creo que Juan José se enamoró un poco de ella, hasta le compuso un soneto que nos leyó por la noche en el hotel. Muy bonito. La reina y el después popular escritor de ciencia ficción visitaron juntos las ruinas de Nazca y mantenían largas charlas en las que él la instruía sobre la huella de los incas en las civilizaciones posteriores”.

Juan José Benítez quería hacerle un obsequio a la soberana y propuso al resto de periodistas que habían viajado a Perú que participaran. Así relató el momento uno de los reporteros presentes: “Adquirimos en Perú una piedra presuntamente enviada por los incas desde algún planeta, un ovni, vamos, con unos garabatos que nos habíamos convencido de que eran mensajes a la humanidad”. Benítez pidió audiencia para hacer entrega del regalo a la soberana en el Palacio de la Zarzuela. La piedra pesaba 3.000 kilos y fue colocada en la piscina, donde dicen continúa.

En su momento, alguien que conoce bien a doña Sofía reveló a Vanity Fair: “Durante años la reina ha organizado y presidido en el Paraninfo de la Universidad Complutense de Madrid unas reuniones privadas de especialistas bautizadas como Comité de Sabios. En ellas participan catedráticos de filosofía, médicos, astrónomos, escritores o psicólogos. Y se debaten temas como el sida, la Alianza de Civilizaciones o la deuda económica”.

La Reina se sometió a una limpieza realizada por un chamán en Ecuador

Fue la reina Federica quien plantó la semilla de lo paranormal en doña Sofía. La soberana griega era muy aficionada a estos temas y gustaba de comentarlos con sus hijos. De los tres, parece que Sofía fue la que más interés mostró. Eso sí, siempre bajo ese punto prusiano-ruso-germánico que rige su vida en el que no tiene cabida ni el fanatismo ni la obsesión.

La soberana sorprendió cuando en un viaje realizado a Ecuador, en 2011, se sometió a un ritual de purificación durante una visita al poblado indígena de Cusubamba. Un chamán dirigió la ceremonia y colocó a la reina en el centro de lo que se conoce como un círculo de poder rodeado por flores y frutas. El chamán empezó la limpieza utilizando hierbas aromáticas que deslizó arriba y debajo de doña Sofía. Después, la impregnó con el humo del sahumerio especial que se utiliza en estas ocasiones. Por último, acercó piedras a su cabeza y también una varita mágica. Los allí presentes observaron que la reina estaba algo nerviosa y también que sus ojos desprendían un brillo especial que denotaba lo mucho que había disfrutado con la experiencia.