La consuegra de Isabel Pantoja, lista para sentarse en un plató de televisión

El rostro de Mari Paz apenas es conocido para el público. Tan solo un par de incursiones son las que ha realizado en televisión. Hablamos de la madre de Alejandro Albalá, que vive en Santander y mantiene una larga relación sentimental con un caballero a quien nada le gusta le gusta que su novia se interese por los medios de comunicación. De hecho, han sido varias las ocasiones en que le ha aconsejado que se mantenga al margen, que no vale la pena meterse en camisas de once varas en un asunto del que puede salir trasquilada.

A pesar de los consejos que recibe de su chico, Mari Paz ya tiene manager, se trata de la misma persona que también lleva a su hijo. La estrategia ya ha sido trazada. Tras la exclusiva realizada por Alejandro en la revista Semana, le toca el turno a la madre. Ya se está negociando su aparición en un plató. Existe gran interés por conocer su testimonio y ella está dispuesta a contar. Así las cosas, el caché estará bien.

Confidencialidad

Más complicado lo tiene Alejandro para contar ciertos aspectos de su vida. Debe ir con mucho cuidado para que Isa Pantoja no le demande por incumplir el contrato de confidencialidad que firmaron en los inicios de su relación. Será en estos días de Semana Santa cuando la hija de la tonadillera decida qué hacer. En su ánimo siempre ha estado que la separación fuera de mutuo acuerdo. De hecho, fue el pasado mes de febrero cuando desde el bufete de Cynthia Ruiz & Asociados redactaron el convenio regulador. Sin embargo, hasta el momento, la representación legal de Albalá no ha contactado con la de Isa. Así las cosas, siguen siendo un misterio las peticiones del joven. Tampoco se comprende, pues todo se puede hablar y negociar. Tan solo hay que decirlo.

Fue el pasado día diez de este mes cuando la abogada de Isa, Cynthia Ruiz, presentó demanda por divorcio contencioso en Sevilla. En la misma se adjunta el convenio regulador redactado el pasado mes de febrero. Se intenta hacer hincapié en la desidia que Albalá ha mostrado para resolver la separación. Ahora ya no tiene escapatoria y tiene que responder.