Isabel Pantoja, preocupada, estalla contra su hija y le pide explicaciones
Parece que no le presta atención, pero sigue todos sus pasos desde la lejanía. Por eso no puede ocultar su preocupación. Está enfada y dolida con tanta ida y vuelta y quiere acabar con esto.
Isabel Pantoja canta las cuarenta a su hija
Isabel Pantoja está harta, desesperada y agotada. ¿El motivo? Su hija. Y es que Isa hace su santa voluntad y no escucha. No se ocupa ni preocupa por estabilizarse ni profesional y tampoco personalmente. A la tonadillera le quita el sueñosu gusto por la vida frívola y despreocupada, entiende que se divierta pero no que el ocio marque su hoja de ruta.
Ha sido la relación que Isa mantiene con Fausto Cabrera, hermano de Techi, ex de Kiko Rivera, la que hecho saltar las alarmas en Cantora. Y es que el chico es una joya. Ha tenido problemas con la Justicia y vive deprisa, deprisa… Lógicamente, esta información ha llegado a oídos de la Pantoja y está muy preocupada. Teme que Fausto pueda desestabilizar, aún más, a su hija. Es por eso que, en estos días, está hablando con personas de su confianza para ver cómo puede conseguir que Isa la escuche y recapacite. Quería aprovechar la Semana Santa para reunirse con ella. Sin embargo, la niña de sus ojos ha puesto tierra de por medio y se ha dado el piro.
Aunque algunos piensen lo contrario, Isabel Pantoja se preocupa más por las cosas de su hija que de su hijo. En cuanto tiene algún problema, está encima para saber cómo puede solucionarse. Todo le perdona, hasta la jugarreta que le hizo en Perú con los reportajes. Con Kikoestá tranquila, pues lo ve feliz y estable con Irene. Además, va trabajando de DJ y cumple. Sin embargo, Isa va a su aire. Está decidida a vivir de su apellido y no tiene intención de buscarse las castañas de otra manera.
Esta versión de la Chabelita más frívola ha hecho que Isabel Pantoja haya estallado.Se comprende, la niña de sus ojos es indomable y se rodea de compañías ¿poco apropiadas? En el punto de mira de la tonadillera está Sonia Sánchez, manager de Isa, y Fausto. Ojo, que vienen curvas.