La dolorosa realidad de Carmen Sevilla, aquejada del mal del olvido
Está en las mejores manos. Bajo la permanente supervisión de profesionales cualificados que le dan la mejor calidad de vida. Sin embargo, la actriz podría haber sufrido un empeoramiento.
Carmen Sevilla ya no sabe quién es. Ha perdido la memoria al tiempo que su hijo Augusto Algueró la protege de miradas indiscretas. Ingresada desde marzo de 2015 en una de las mejores residencias de Madrid, -por la que paga algo más de 3.000 euros al mes- la actriz se enfrenta a una rutina cargada de ejercicio y talleres para intentar que su memoria se desvanezca como un puñado de sal entre las olas del mar.
El propio Augusto confesó en una entrevista que su madre ya no le reconocía, que apenas podía discernir entre la realidad y la imaginación. Una dolencia que, según ha podido saber este periódico, podría haberse agravado en las últimas horas. Sin embargo, el silencio de todos es sepulcral. También preocupante. Augusto prefiere no responder a las llamadas ni a los mensajes. Moncho Ferrer se muestra esquivo ante las preguntas, quizás porque sus visitas se han visto reducidas notablemente en los últimos tiempos.
Sea como fuere, lo cierto es que Carmen está bien cuidada, "en las mejores manos" dijo en su día Augusto a este medio. Son sus únicas palabras entre tantas dudas y preguntas. Se entiende su silencio, la protección aún corriendo el riesgo de sufrir una hecatombe informativa en la que los titulares se agolpen sin ton ni son. De momento, prefiere abrazar el mutismo. Y nosotros solo deseamos que Carmen Sevilla, la madre, el mito, tenga la mejor calidad de vida. Se lo merece.