Acusan a Vargas Llosa de tener una relación con Isabel Preysler por puro interés
Un amigo del escrito, doctor en derecho, ha realizado unas sorprendentes declaraciones en Perú asegurando que Mario Vargas Llosa no está enamorado de Isabel Presyler y que lo suyo es interés
La imagen que se tiene de Mario Vargas Llosa en España nada tiene que ver con la que guardan de él en Perú. Algunos, como Sigifredo Orbegoso, Doctor en Derecho, revelan una cara oculta que, cuanto menos, sorprende. En relación a su faceta sentimental, Sigifredo asegura que no es leal y que se mueve según sus intereses: “Familiares que tanto lo mimaron, recibieron muy temprano la cachetada de sus caprichos hasta convertirse en un serio problema. Contra la desaprobación unánime se casó con su tía, Julia Urquidi, rompiendo barreras que dejaron muy maltrecha a la familia. ¿Y para qué? Emigró a París y fue allí donde al poco tiempo llegó su sobrina carnal Patricia Llosa, una menor de edad de 15 años de la que se enamora con una pasión que supera a la que tuvo con la tía; y da rienda suelta a sus instintos sin la menor consideración por su esposa y otra sobrina, Wanda, que también estaba con ellos. Ese infierno casi termina con el suicidio de la tía Julia. Fue Hilda Gadea -primera esposa del Che- quien me contó, que estando hospedada en la casa de Mario al llegar una noche pasó por el dormitorio de Julia. La puerta estaba abierta y al ver a la tía Julia que emitía raros ronquidos, entró y vio como arrojaba espuma por la boca y estaba inconsciente. En el velador había un frasco de pastillas. Llamó a Marito y la llevaron a un hospital donde fue salvada de una muerte segura si Hilda no llega a tiempo”.
Orbegoso argumenta su opinión sobre lo interesado que es el Nobel en asuntos del corazón, desgranando lo sucedido con Patricia Llosa e Isabel Preysler: “Se casó con su sobrinita (Patricia Llosa), tuvo varios hijos, siempre dedicó las mejores palabras para Patricia. El apoteosis llegó cuando en su discurso al recibir el Premio Nobel, insólitamente habla más de su cónyuge que de asuntos trascendentes, llegando al ditirambo de decir que sin ella él no sería nada: «El Perú es Patricia», afirmó entre lágrimas. Increíble. Ahora dice que el año pasado al lado de Isabel ha sido «el más feliz de mi vida». Su hijo Gonzalo al respecto ha replicado: «Para nosotros ha sido el más infeliz». Otra familia destruida y que no lo pueden ver. Aplastada, humillada, como la anterior, por la fama del escribidor con fortuna, hasta ahora. ¿Pero qué pasará con Isabel Preysler? Era, sin duda, la mujer que ahora necesitaba: con relaciones sociales y políticas, aún bella sin ser joven, que se mueve en el alto mundo social, como el pez en el agua. Patricia, muy deteriorada ya, se ahogaba. Mario no tiene vocación de salvataje: lo que ya no le sirve lo descarta. Él siempre tiene que flotar. ¿Qué pasará con la socialité? Ya se ha hecho público que no le gusta eso de hacer deshacer maletas e ir a reuniones que no son las suyas. Él se divorció y ella es viuda con plata. El noviazgo no tiene cuando terminar. El tiempo pasa. ¿Quién se hartará primero de quién?”.
Sigifredo echa en cara a su amigo que no tenga más detalles con Perú
Abundando más en los aspectos desconocidos de Vargas Llosa, Sigifredo Orbegoso explica que lo de Mario con Perú no es amor, sino interés: “Por nuestra patria siempre está de visita, la que utiliza para pontificar sobre política y apadrinar a quien le parece bueno ya sea como candidato o como Presidente, para ignorarlos luego cuando caen en desgracia. Y, por supuesto, viene para que le rindan pleitesía y lo admiren, más en los círculos sociales que intelectuales en los que ya saben de qué pie cojea”. Sigifredo recrimina al escritor que en vez de contribuir econonómicamente para paliar el desastre que atraviesa la ciudad de Piura se limite a donar libros para su biblioteca: “Libros que, sin duda, le llegan por docenas todos los meses de editoriales y autores de todas partes del mundo y que no tiene en dónde ponerlos o ya los ha releído”