Rocío Carrasco en tromba contra Karmele Marchante llamándola lesbiana
Ahora apenas se prodiga por los medios de comunicación. Se refugia de la tormenta mediática en el silencio más sobrecogedor. Pero no siempre fue así. Rocío Carrasco en su estado más puro.
La de Rocío Carrasco y Karmele Marchante es hoy una relación correcta. Aunque la periodista no forma parte del núcleo duro de informadores con quienes contacta la hija de la Jurado cuando quiere su mensaje suene en los medios, si se ven, se saludan con dos besos y comentan cómo va la vida. Sin embargo, no siempre fue así.
Para la historia rosa queda el fuerte enfrentamiento que Rociíto y Karmele mantuvieron en Tómbola. Allí se presentó la hija de Pedro Carrasco, embarazada y muy molesta con la periodista porque había dicho que su marido era un vago. Quién te ha visto y quién te ve, chiquilla. Menos mal que hay constancia del hecho porque acabaron como el rosario de la aurora. Ahora se ven las caras en los juzgados por una demanda que Rocío ha interpuesto contra Antonio David que trae cola.
Con ese punto de soberbia de quien se cree por encima del bien y del mal, Rociíto humilló en público a Karmele, posteriormente volvería a hacerlo Carmen Sevilla. Y así disparó la Carrasco a la Marchante. Esto dijo sobre ella: “Yo la conozco desde hace mucho tiempo. Mi madre también la conoce. También sabemos mucha cosas de ella, que no se saben porque no conviene que se sepan. Lesbiana lo es seguro. Porque tú (Karmele) lo dijiste el otro día que eras bisexual. ¿Lo dijiste o no?¿Eres lesbiana o no? Yo creo que eres transexual en vez de lesbiana”. Sorprendentemente, la periodista sonreía mientras se abanicaba.
Por si lo anterior no fuera suficiente, la entonces esposa de Antonio David Flores sacó la artillería pesada para insultar y acusar a la Marchante: “Estoy tratando con un ser indeseable que ha hecho en su vida todo menos el periodismo. Te vuelvo a decir si no te acuerdas cuando en las plazas de Madrid hacías cosas extrañas. ¿No te acuerdas? Con los pelos de colores. ¿No te acuerdas que vendías bolsitas?”. Ximo Rovira intentó mediar entre ambas mujeres alegando que las dos eran sus amigas. Sin embargo, parece que Rocío más, pues puso más empeño en arroparla. Y todo esto bajo la atenta mirada de una Karmele que esta vez reía. Sin duda, puro despropósito que dejó a las dos a la altura del betún.