Patiño versus María José Campanario y la macro demanda contra Belén Esteban

Ya se ha celebrado la vista de la demanda para proteger su honor que María José Campanario interpuso contra María Patiño. Todo vino a raíz de un comentario en los medios que realizó la periodista. La esposa de Jesulín intervino para decirle que o rectificaba, o demanda al canto. María no dio un pasito para atrás y la odontóloga fue a por ella.

Este asunto ha provocado una gran polvareda mediática, dado el interés que despiertan sus protagonistas. Patiño ha acudido sola al juzgado y María José acompañada. Junto a ella, Carmen Bazán, sonriente y sin despegarse de su vera. Realmente, sorprende esta imagen de unidad familiar que quieren vender. Es público y notorio que, en su momento, la matriarca, su hijo y su nuera salieron tarifando. Todo ocurrió cuando Carmen fue a DEC y comentó, en tono jocoso, que a lo mejor quedaban brasas entre Jesús y Belén Esteban.

Una vez llegó a Ubrique, Bazán fue a Ambiciones. Allí la esperaban María José y Jesulín en plan poco amistoso. El diestro le recriminó a su madre que con sus declaraciones había dejado en muy mal lugar a su esposa. La Campa también expresó su malestar. El ruido fue in crescendo y el torero le dijo a su madre que se fuera de allí. Todo esto sucedió cuando ya era noche cerrada. Así me lo explicó entonces María José en conversación telefónica. Y ahora no digan que todo fue un sueño.

A pesar de que lo pronunciado por Patiño no fue de su agrado, Jesús no era partidario de acudir a los juzgados. Sabe que hay pruebas que no se pueden mostrar en televisión pero sí en un tribunal. Además, eran momentos convulsos, pues Campanario había consultado con una especialista en derecho al honor para demandar a Belén Esteban. Quería que se revisaran todos los programas donde había participado la madre de Andreíta, en los últimos tres años, y que se interpusiera lo que, sin duda, habría sido una macro demanda. Menos mal que aquel disparate no prosperó.

La mala relación de Jesús con su madre se hace extensible a su hermano Víctor. Aparte de ofrecerle participar en festivales en los que ejerce de torero y ganadero, jamás ha aceptado un mano a mano con él en una plaza con solera. Son cosas que duelen y Víctor, aunque calla, guarda mucho dentro. Tampoco su mujer hace buenas migas con María José. Beatriz Trapote la conoce bien y cuida mucho sus palabras cuando están frente a frente para que la leña no arda. El menor de los Janeiro y su esposa adoran a Carmen Bazán, de ahí que no les haya gustado nada verla pasar el mal trago de tener que ir a declarar. Sin embargo, callan, solo comentan en privado, nunca en público. ¿La ley del silencio?