El infierno de Ortega Cano: José Fernando y Rociíto lo están matando en vida
José Ortega Cano atraviesa uno de sus peores momentos. Está hundido porque no puede hacer nada para salvar a José Fernando. La sombra de Rocío Carrasco es alargada y afecta a Gloria Camila.
Lágrimas negras de un torero
Ortega Cano vive momentos muy difíciles. La situación de su hijo José Fernando es delicadísima y sin salida. Mientras que la familia no consiga incapacitar al joven para que se someta a tratamiento completo, nada podrá hacerse por salvarle de la quema. La historia del diestro la sufren muchas familias en nuestro país, que no pueden hacer nada debido a los impedimentos legales. Así las cosas, solo pueden resignarse y ver como la persona a la que quieren rescatar se hunde en el barro sin remedio.
La noticia de que Michu ha dado a luz a una hija fruto de su relación con José Fernando no ha sido motivo de alegría en el seno de Ortega Cano. Tanto él como su familia se preguntan qué destino le espera a esta niña estando sus padres en la situación que están. No olvidemos que Michu y José Fernando corren experiencias paralelas y parecen unidos por un mismo destino. Deprisa, deprisa…
Rocío Carrasco también amarga la realidad del diestro. Hace ya tiempo que dijo que no tenía contacto con ella y que nada quería saber. Ortega barrunta si será ella quien, supuestamente, estaría detrás de las acusaciones de que su matrimonio con Rocío Jurado no fue tan idílico como se pintó. Para colmo de males, el torero sufre al ver cómo afecta la figura de su hijastra a Gloria Camila. Recordemos que la joven ha manifestado por activa y por pasiva que Rociíto no es su hermana, que no hace más que poner palos en las ruedas para la apertura del museo de su madre en Chipiona y algunas cosas más.
Y si las cosas pueden ir a peor, Gloria Camila utilizará Supervivientes como plataforma para cantarle las cuarenta a Rocío Carrasco. Más que por ella, por Rocío y David Flores. Le duele el sufrimiento de sus sobrinos y va a hacer lo que esté en su mano para revelar lo que la verdad de la Carrasco esconde. Mientras tanto, Ortega sufre en silencio. Le gustaría que su hija diera carpetazo a este asunto y se centrara en cosas propias de su edad. Visto lo visto, no es extraño que José se pregunte ¿cómo llegó la noche?