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Ocaso y resurrección de Andrés Pajares, el cómico que cayó en el lado oscuro

Andrés Pajares consiguió que su vida privada opacara la profesional. Fueron años tormentosos en los que el actor protagonizó algunos episodios para olvidar.

Andrés Pajares y sus momentos convulsos

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El Semanal Digital

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Andrés Pajares lleva una vida tranquila. Está completamente alejado de los focos y ha conseguido que la polémica se aleje de su familia. Sin embargo, años atrás, estaba en el ojo del huracán. Su divorcio de Chonchi Alonso abrió la caja de Pandora. La ex del cómico llegó a decir en televisión que abandonó su hogar al regresar de un viaje y encontrarse con una situación muy difícil de digerir.

El siguiente en entrar en acción fue Hugo, entonces casado con Mari Cielo Pajares, que declaró que Pajares les amenazó a él y a su esposa con una pistola y les conminó a abandonar su hogar. En esos días, Mari Cielo, aunque intentó no posicionarse entre su padre y su madre, no tuvo más remedio que elegir.

El 2008 puede calificarse como annus horribilis para Pajares, dos hechos que protagonizó fueron objeto de noticia causando una gran alarma. Estando hospedado en una lujosa suite del hotel Arts, en Barcelona, los responsables del establecimiento avisaron a las autoridades debido a los gritos y golpes que provenían de su habitación. Tras llegar los mossos, se avisó al servicio médico. El actor fue trasladado en ambulancia a un hospital donde se le dio tratamiento para paliar la crisis de ansiedad que sufría. Unos días antes, Andrés entró en un bufete de abogados, en Madrid, con gorra y bigote postizo para no ser reconocido, a punta de pistola de juguete y con un spray irritante con el que roció a algunos de los allí presentes, que pudieron reducirlo y dar parte a las autoridades.

En la actualidad, Andrés Pajares está completamente estabilizado y los hechos relatados son cosa del pasado. En 2016 trascendió que deseaba casarse con Juani, quien durante años ha estado a su lado en calidad de secretaria. De momento, la pareja no ha hecho realidad su sueño. Parece que no tienen prisa.

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