Jorge Javier Vázquez da un golpe en la mesa para proteger Supervivientes

Está claro que la última gala de Supervivientes pasará a la historia de la televisión. Y del concurso. Sobre todo porque nunca antes dos concursantes habían llegado a las manos. Se trata de Alba Carrillo y Gloria Camila que, tras una disputa verbal, no consiguieron relajarse y se zarandearon. Una situación que provocó la salida (inmediata) de la modelo y su madre de la isla, aunque luego regresaron. Las penalizaciones a todas las partes no han tardado. Demostrando que el concurso está en contra de la violencia en cualquiera de sus formas, mandó a Gloria Camila a una parte de la isla y, en el otro extremo, a Alba. Convivirán separadas hasta nueva orden.

Además, Jorge Javier mantuvo con las dos partes una concienzuda conversación. El presentador les explicó que debían atenerse a unas normas de convivencia y pidió, de forma seria, que se avinieran al respeto y sentido común. Tanto Gloria Camila, como Alba y su madre entendieron la gravedad de lo sucedido y pidieron disculpas. Sin embargo, las mismas no parecieron muy sinceras, pues en el reencuentro ninguno de los afectados se dirigió a la otra parte para mostrar su arrepentimiento.

La tensión alcanzó límites insospechados cuando, casi al final de la gala, Lucía Pariente recordó que su hija había sido agredida por la hija de Ortega Cano. Una afirmación que hizo que Jorge Javier, muy enfadado y rotundo, se armara de valor para recriminarle su actitud: "Yo estoy encantado de presentar este programa, pero no te voy a consentir, bajo ningún concepto, que vuelvas a hablar de agresión. Porque no ha sido así, y no te lo voy a tolerar", le espetó desde un plató que aplaudió sus palabras. Y es que utilizar algo tan serio provoca cierta hilaridad. Sobre todo, además, porque una polémica de este tipo puede tener fatales consecuencias para el concurso.