Isabel Pantoja, al límite: reconoce su hartazgo y preocupa a su familia
La tonadillera está en un sinvivir desde que conoció que tenía que declarar en un juicio que inició de la mano de Julián cuando eran pareja. A esto se suma la preocupación por su hija y Fran
Isabel Pantoja no atraviesa un buen momento. Lo que tendrían que ser tiempos de paz, se han convertido en días de guerra. Lo que más le preocupa es tener que volver a pisar los juzgados en un procedimiento en que camina del brazo de Julián Muñoz. Tal como explicamos en este diario en exclusiva, se trata de una demanda por presunto delito de revelación de secretos que la ex pareja interpuso en el 2007 y que se verá el próximo cinco de mayo. El ex alcalde no ha escuchado los ruegos de la abogada de su ex pareja y se mantiene firme en que el proceso continúe adelante. Esto ha hecho que la tonadillera esté desasosegada y se aísle más del mundo, si cabe. Es en Cantora donde conocerá la última palabra sobre este asunto. Desde el bufete de abogados que la representa, Cynthia Ruiz & Asociados, trabajan a marchas forzadas para que se archive el asunto. De momento, ya han conseguido de que en caso de que el juicio se produzca, su famosa clienta pueda declarar por videoconferencia en Chiclana. Faltan menos de 48 horas para saber lo qué ocurrirá y no es exagerado decir que la artista está en un sinvivir. De hecho, su familia se encuentra bastante revuelta ante la confesión de su cansancio.
Si hay algo que ocupa y preocupa a Isabel es su hija. Está realmente afligida por la relación que mantiene con Fausto Cabrera, hermano de Techi, ex novia de Kiko Rivera y ex esposa de Alberto Isla, todo queda en familia. La tonadillera ha hecho los deberes y se ha informado sobre quién es el novio de su niña. Lo que ha descubierto, no le gusta. Ha intentado hablar con ella para hacerla recapacitar pero Chabelita hace oídos sordos. Por otro lado, a la tonadillera le quita el sueño que su única hija viva de forma alocada. De alquiler paga 1.800 euros al mes y no se le conoce otro trabajo que no sean las exclusivas. Se compró un coche muy caro que también le costó un pastizal y que, se supone, paga vía financiación mensual. De momento, la niña no tiene intención de abandonar su living la vida loca. En estos días, se la puede ver dándolo todo en la Feria en compañía de su prima Anabel, Amor Romeira y Ernesto Neira, entre otros, con quien comparte caseta y al que jalea y toca las palmas cuando se arranca a bailar.
Hace ya 32 años que falleció Paquirri e Isabel todavía no ha entregado a sus hijos, Fran y Cayetano, los objetos personales que les legó. Casi todo está relacionado con el mundo del toro, capotes, trajes de luces… El propio Kiko ha intercedido ante su madre para que cumpla la voluntad de su padre. Sin embargo, su madre no está por la labor. Fran Rivera ha expresado que sino ejecutan la sentencia es por respeto a su hermano, que no se lo merece. Lo más curioso del asunto es que los recuerdos del torero se guardan en una estancia de Cantora a la que se llega tras bajar unas escaleras. A Kiko le da miedo acercarse hasta allí porque asegura que se escuchan ruidos y que la luz a veces se apaga. Seguramente, será casualidad, pero cualquiera caería en pensar que el espíritu del diestro vaga por la finca que tanto amó y donde pasó momentos muy felices.