Juan Miguel y Karina, historia de un matrimonio realmente tormentoso
El peluquero se ha enrolado en Supervivientes y su participación está gustando. Su imagen amigable y bonachona queda por los suelos cuando se conoce lo que su matrimonio con Karina esconde.
Tenía ganas Juan Miguel de enrolarse en Supervivientes, y lo ha demostrado. Está dándolo todo. Su carácter hace que se lleve bien con sus compañeros, a quienes deleita con sus historias. Sin embargo, debe ir con cuidado y no pasar la delgada línea que separa su vida actual de la relación que mantuvo con Karina. Una historia tormentosa con episodios para no dormir.
Cuando Karina se casó con Juan Miguel no tenía ni idea de lo que se le venía encima. El peluquero apareció en su vida en un momento complicado y consiguió atraparla. Con su madre y su hija Azahara se instaló en Castellón. Allí nació su única hija con Juan Miguel, Rocío. Cuenta la cantante que apenas pudo disfrutar de su niña cuando era un bebé porque Juan Miguel se la llevaba a la peluquería y allí la tenía hasta que acababa la jornada laboral. Si quería verla, tenía que desplazarse hasta el local. Fue ahí cuando empezó a ver signos que la alarmaron.
Tras recuperarse del parto, Karina volvió al trabajo. Un día, cuando regresó a su casa, le abrió la puerta Juan Miguel y a lo lejos vio a un joven, ataviado con batín, que se acercó con su hija en brazos. La artista, sobrecogida ante lo que intuía, pidió que le dieran a Rocío y se marchó de allí. Para entonces, su marido ya hacía su vida. La cantante se fue a Madrid.
Hay dos hechos en la vida de Karina que consiguieron descapitalizarla: el cáncer y el divorcio de Juan Miguel. Fue un proceso durísimo en el que el peluquero la acusó de cosas horribles. Para colmo de males, el hermano y la cuñada de la artista se pusieron de su lado. En el medio, Rocío que, para entonces, ya había elegido que prefería a su padre. Años más tarde, cuando ya era mayor de edad y se había independizado, Rocío quiso saber y preguntó a su madre. En ese momento, la artista no quiso hablar para no perturbarla. Prefirió dejar las cosas así.
Juan Miguel es aficionado a lo esotérico y en muchas ocasiones recurre al tarot para encontrar respuestas. Algunas de sus mejores amigas pertenecen a este mundo. Karina todavía recuerda el día en que Juan Miguel la llevó a ver a una señora, especializada en rituales. La visita estuvo motivada porque la cantante no se quedaba embarazada. Tras acabar la sesión, la artista escuchó como esa mujer le decía que esa noche se quedaría embarazada. Y se cumplió. Nueve meses después nació Rocío.