La justicia asesta el derechazo definitivo al concursante más polémico de GH
Él pensaba que saldría victorioso y que su demanda contra Cristina Rapado llegaría a buen puerto. Pero se equivocaba. Este medio publica en exclusiva la resolución judicial.
Cuando Miguel Vilas se enroló en la última edición de Gran Hermano todas las alarmas saltaron. El pasado golpeó la memoria de los que, con cierto detenimiento, habían seguido otros programas de tele realidad. Sonaba su cara al tiempo en que todos ponían en entredicho la alopecia galopante que el gallego denunciaba sufrir. Desmintieron que el peluquín que llevaba a cuestas fuera usado por él fuera de la casa de cristal. Una de las más directas fue la cantante Christina Rapado que, durante una entrevista publicada en La Vanguardia, destapó lo que era un secreto a voces.
Rapado enumeró los secretos inconfesables de Miguel y aseguró que estaba engañando al espectador. Sus declaraciones no pasaron desapercibidas y muy pronto se descubrió que el modelo estaba siguiendo una estrategia para causar lástima en los seguidores del formato. Christina, además, desvelo que Miguel y ella habían hecho un montaje para hacer creer a los medios que estaban juntos pero que era imposible por causas evidentes. Sus declaraciones incendiaron a Vila que decidió interponer una demanda al asegurar que las palabras de Cristina habían provocado su despido de la tienda Calvin Klein en la que trabajaba.
Tal y como publicó este medio, el juicio se celebró el pasado martes en Madrid. A la vista acudieron los dos protagonistas y un periodista catalán también demandado. Y ya hay sentencia. Y en la misma el juzgador asegura que "no existe intromisión en el derecho al honor, a la intimidad personal o la propia imagen. Negar, como hace Miguel, que entre él y la demandada no existía alguna relación de conocimiento (...) es un despropósito, pues los propios documentos que aporta el demandante ponen de manifiesto que sí se conocían y por ello la demandada se dirigía a él en términos que demuestran esa relación "amistosa"(...) La manifestación hecha en la demanda de haber tenido que dar explicaciones sobre su vida privada nos parece como muy forzada y en clara contradicción con las reiteradas afirmaciones hechas en trámite de conclusiones por la propia letrada del demandante". Para finalizar, el juez falla que las costas deberán ser "impuestas a la parte actora". Un verdadero varapalo judicial.