Gloria Camila y Kiko protagonizan un episodio vergonzoso en Supervivientes
El reality se está llevando por delante la fama de niña buena de la hija de Ortega Cano. Ella y Kiko han preferido reventar comiendo tarta antes que compartir con el resto de concursantes.
La dupla formada por Gloria Camila y Kiko está mostrando su peor cara y llevándose por delante la fama de niños buenos que ambos tenían. Especialmente, ella, de quien siempre se ha dicho era responsable, encantadora y con muy buen carácter. Pues bien, todo lo contrario. Como pareja, tienen un tinte tóxico que traspasa la pantalla. Ya son varias las perlas que el yerno de Ortega Cano ha dejado ir de lo más machistas y fuera de lugar. Por su parte, la hija de la Jurado, en vez de cortar a su chico y decirle que no hable así, calla y otorga.
Dicen que tan solo en las situaciones límites conocerás a las personas. Pues bien, es lo que está pasando con Gloria y Kiko. Las cámaras les captaron mientras disfrutaban de un rato en soledad y hablaban sobre el concurso. Él se expresó así sobre ciertas actitudes que ambos tenían: “Esto que estamos haciendo, así, de quedar mal con todos los demás, me va a perjudicar a mí un montón, me van a echar a mí”. La respuesta de la hija de Ortega Cano ha dejado sin aliento a muchos seguidores del reality: “Si te vas tú me voy yo después. Los odio a todos, a todos, le estoy cogiendo asco hasta a Juanmi. Si no me sale del coño estar con ellos, no estoy. Me caen fatal y no aguanto ni un puto día aquí más”. Realmente, dice mucho de alguien expresarse de esta forma. Estamos ante una chica que siempre quiere hacer su santa voluntad y no está preparada para la convivencia porque no le gusta socializar. Ojo con esto último, porque es muy importante para mantener la mente sana y los especialistas lo recomiendan.
El odio que Gloria Camila siente hacia el resto de sus concursantes también lo comparte Kiko. La pareja ha tenido un comportamiento que demuestra la pasta de la que están hechos. Como era el cumpleaños de Kiko, la organización les premió con una hora sin cámaras y les obsequió con una tarta, que podían comerse ellos dos o bien compartirla con sus compañeros. Pues bien, optaron por zampársela al alimón. En las imágenes se ve como hay un momento, en el que están llenos, y se dedican a embadurnarse el rostro con el dulce pastel. Y ya en el colmo del cinismo, cuando se reúnen con el resto de concursantes, les cuentan que la tarta en cuestión era muy pequeña y que decidieron no compartirla porque no llegaba para todos. Y, claro, no era cuestión de crear problemas. Sin duda, no se recuerda otra igual en ninguna de las ediciones del reality. Un comportamiento ruin, egoísta, vengativo… Propio de personas que ignoran el significado de la palabra empatía y otras más.