Así ha cambiado José Coronado tras recibir el mayor susto de su vida

A punto de cumplir los sesenta, José Coronado es otro. El 15 de abril sufrió un infarto y se asustó mucho. Fueron días complicados tanto para él como para los suyos. Estuvo en la UCI y hubo que implantarle un stent. Los médicos le hablaron claro y le dijeron que tenía que cambiar sus hábitos sino quería que su corazón se parara antes de tiempo. Aquello fue un duro mazazo para Coronado, acostumbrado a encadenar un trabajo con otro, y a veces varios a la vez. Siempre viviendo al límite para llegar a todo.

Mientras permaneció en el hospital, el actor estuvo acompañado de su hijo Nicolás, nacido de su matrimonio con Paola Dominguín, y de Elena González, con quien comparte su vida desde hace seis años. La pareja se rompió cuando la sombra de Eugenia Martínez de Irujo se hizo alargada. Aquello fue flor de un verano. José se dio cuenta de su equivocación y le pidió otra oportunidad a Elena. Coronado tiene una hija nacida de su corta pero intensa relación con Mónica Molina.

El ritmo trepidante de trabajo que ha llevado siempre Coronado ha hecho que su vida, en relación a cuidarse, sea un auténtico caos. Comía cualquier cosa y a deshoras, no hacía ejercicio y arrastraba un fuerte estrés. A todo eso hay que añadir su afición al cigarrillo. Esta mezcla es la que ha hecho que le sobreviniera el infarto. Y como no quiere que vuelva a repetirse, ha elegido hacer caso a los médicos. Se ha impuesto la dieta sana, algo de ejercicio, abandonar el tabaco y una vida tranquila. No es fácil pasar del negro al blanco en veinticuatro horas. Sin embargo, el actor está en ello. Todavía tiene que acabar de organizarse para poder hacer este cambio radical. En cuanto cumpla con los trabajos que tiene firmados, su agenda será más ligera para que pueda vivir, en el más amplio sentido de la palabra.