Chayo Mohedano recula y vuelve al lugar donde prometió no volver a pisar
Con trato de artista y twit de anuncio por parte de Telecinco, así regresó la hija de Rosa y Amador a la que fuera su casa. Rosario se ha dado cuenta que demandar a la cadena fue un error
Hubo un día en que Chayo Mohedano y su marido dieron orden a su abogado para demandar a Telecinco. Una más que desacertada decisión ya que la cadena siempre ha sido generosa con la familia de Rocío Jurado y les han dado trabajo cuando más lo necesitaban. Por ejemplo, cuando la más grande enfermó, Mediaset no dudó en apoyar a Amador y Rosa, que se quedaron sin ingresos por la fatal circunstancia de la cantante, y su hija entró en GHVIP. Aquello resultó un importante desahogo económico para la familia. A partir de ese momento, el manager y los suyos se convirtieron en habituales de la casa.
Durante varias temporadas, Rosa formó parte de El programa de Ana Rosa. De allí, saltó a Sálvame, donde se consolidó como personaje. La cadena apostó por ella y la enviaron a Supervivientes, donde consiguió alzarse como ganadora. Fue ahí donde renació una nueva mujer, dispuesta a comerse el mundo y a brillar con luz propia. Fueron días de éxito, portadas y felicidad. Sin embargo, para entonces, su relación con Amador ya hacía aguas. Él se instaló en Chipiona con la excusa de poner en marcha el museo dedicado a su hermana Rocío pero la realidad era otra. Por su parte, Rosa se quedó en Madrid, sola y a sus anchas. En aquellos días, confesó a personas de su confianza que se ahogaba junto a su marido, que estaba demasiado encima de ella y que no podía más.
Chayo formó parte de ¡QTTF! Un programa que le venía muy bien dado que el eje central era la música. Allí podía promocionar su trabajo y tenía como aliada a María Teresa Campos. La cantante y la presentadora congeniaron muy bien. Rocío Carrasco tuvo mucho que ver, pues siempre ha mantenido una excelente relación con su prima. Desde pequeñas han estado muy unidas. De hecho, en estos momentos, cuando Rociíto ha soltado amarras con los suyos, el trato con Rosario continúa. El secreto está en que ambas se centran en temas que están fuera de la polémica Mohedano. También se lleva muy bien con Fidel, que la orientó a nivel profesional tras abandonar Telecinco.
Cuando Chayo Mohedano interpuso demanda contra Telecinco se cerró las puertas de la cadena. Intentaron que recapacitara y echara para atrás el proceso. Sin embargo, quizás mal aconsejada, siguió adelante en los juzgados. No lo tuvo fácil pues su faceta artística siempre ha sido muy discutida y el éxito no fue el esperado. Tras ella, le tocó el turno a sus padres de abandonar Mediaset. Fue entonces cuando Rosario juró que jamás volvería a pisar la cadena. Sin embargo, nada es para siempre…
Chayo se tomó muy mal que su madre regresara a Telecinco vía Supervivientes. Un gesto que demuestra que la cadena no guarda rencores y que no hay gente vetada, sino puntualmente evitada. Se comprende, pues no se puede morder la mano que te da de comer. Es de bien nacidos ser agradecidos. Esto es algo que valora por encima de todo Paolo Vasile, el hombre que más sabe de televisión y que tiene una gran cualidad, escucha a su equipo y se deja aconsejar. Nada que ver con la imagen que algunos intentan propagar. Es muy cercano y le gusta el contacto con la gente sin hacer distinciones de clase. Lo mismo lo ves reunido con primeras figuras de la casa que con redactoras que desean manifestarle alguna cosa.
Durante su travesía por el desierto, Chayo se ha dado cuenta de su equivocación. Es ahora cuando ha comprendido que demandar a Telecinco fue un error. El reencuentro entre ambas partes se ha fraguado a fuego lento. En Cuarzo, productora de Ana Rosa Quintana, no dan puntadas sin hilo y saben que tenerla en sus filas sería un puntazo. La presentadora y su equipo han ideado una entrada suave. La cantante ha interpretado uno de los temas de su nuevo trabajo musical, A la que venga. Ha tenido trato de artista y su amiga Tamara Gorro le ha enviado un bonito mensaje: “Te mereces todo lo mejor”. Pinta muy bien este volver a empezar en el Viva la vida que conduce Toñi Moreno y que debería apostar por caras menos vistas para la actualidad rosa. En la variedad está el gusto. Siempre lo mismo, cansa.