Julio Iglesias revela la verdad de su relación con su hijo Enrique

“Un canto a Galicia”, esa fue la banda sonora de la entrevista que Julio Iglesias concedió al programa Land Rober que se emite en TVG. Una conversación al aire libre, frente a un pasaje de ensueño, que mantuvo el cantante con Roberto Vilar. Un éxito de audiencia que arrasó en Twitter, donde se convirtió en TT. Y es que Julio se mostró a corazón abierto. Sin dobleces ni caretas. Ahí estaba el hombre, el padre, el hijo, el artista, el enamorado del amor y de las gentes que son de verdad… Simplemente, Julio.

¿Cuál es la auténtica relación que el artista mantiene con su hijo Enrique? Así habló Julio Iglesias: “Mi relación con Enrique no es fácil porque Enrique es muy personal. Es un chaval que no admite… Lógicamente, cómo va a admitir con el éxito que tiene sugerencias de nada. Entonces, siempre que hablamos, me habla de otra cosa, de que se ha comprado un avión nuevo… Cosas superficiales que no valen para nada. Es un campeón de campeones y se parece mucho a mí”. Y, dicho esto, ahondó más en la cuestión: “No es que nos llevemos mal, es que la gente no nos ve mucho juntos. Y, claro, sino te ven mucho junto con tu hijo, pues, claro. Si la gente escuchara una conversación de dos horas con mi hijo por teléfono… Mi hijo me hace llorar porque me toca fibras muy importantes. Y yo creo que tiene mucha razón porque Enrique es de esa clase de chiquillos que pueden ser rebeldes con causa. Porque nunca fui un padre muy apegado a mis hijos, en el sentido de que yo estaba todo el día viajando. En aquella época viajaba como un peón y no tuve ese tiempo necesario para estar más dentro de ellos. La relación que yo tuve con mi padre no tiene nada que ver con la que tuve con Enrique, sobre todo en los últimos años, cuando empezó a cantar. No voy a decir que he sido un mal padre. He sido un padre controlador. Mis hijos han crecido a mi lado, los he cuidado. Adoro a Enrique”.

Julio esbozó una gran sonrisa cuando le pusieron unas imágenes de su hijo mayor, Julio Jr., en las que se equivocaba al decir los apellidos de su padre, “Es que somos tantos”, dijo Julio Jr. Mientras tanto, su padre reía y le brillaban los ojos. En este caso, la relación entre ambos es excepcional. Hablan y se frecuentan con asiduidad: “Julio José tiene una cosa increíble, es simpatiquísimo, cariñoso…”. Y aquí terció Roberto Vilar, “Y trabajador”. A lo que el cantante contesto bromeando: “Trabajador, trabajador, menos (risas)”. El mismo buen rollo que le despierta su hijo se hace extensible a Bertín Osborne: “Bertín me ha quitado alguna novia. Es un campeón en muchos sentidos. Es muy simpático, es un buen profesional y encima tiene un hijo con un sufrimiento grande y eso le hace mucho más grande a mis ojos. No voy a ir a su programa. Más guapo que Bertín Osborne no hay nadie”.

Y llegó el turno del amor. Más de media vida se le ha ido a Julio Iglesias viviendo de aplausos envueltos en sueño con nombre de mujer: “A mí me han gustado siempre mucho las chicas. Y, justamente, al gustarme mucho las chicas, he aprendido a quererlas cada vez más. Tengo los mejores recuerdos de esos amores queridísimos que he tenido a lo largo de mis años”. Eso sí, no lleva nada bien que otros hombres estén en la vida de las féminas que han sido importantes para él. Por ejemplo, Isabel Preysler, ahí le falló el subconsciente y la llamó “mi mujer”. Corrigió rápidamente y dijo “mi ex mujer”. Y ahí fue su recadito para Vargas Llosa: “A mí me parece que escribe del carajo. Tenemos mucha afinidad los dos. Él escribe mejor que yo. Canta mucho peor que yo y tiene un amor maravilloso con mi mujer, ex mujer, y yo también tuve un amor maravilloso con mi ex mujer”. Como puede comprobarse, donde hubo fuego, brasas quedan.