A Pantoja su hija le amarga la vuelta a los escenarios al darle un disgusto
Isa Pantoja hace de su capa un sayo. TIene un carácter muy fuerte y cuando toma una decisión la lleva hasta sus últimas consecuencias. Le da igual si su madre o quien sea se molesta.
Hacía meses que Isabel Pantoja permanecía en Cantora preparándose para su gira de conciertos. La tonadillera estaba realmente muy emocionada ante la cita del fin de semana en Sevilla. Como siempre, sus fans no fallaron para arroparla de principio a fin. La cantante agradece la fidelidad de este público que aumenta con las nuevas generaciones. Y tan feliz estaba la artista con cantar en su tierra que no creía que nada ni nadie pudiera amargarle el momento. Sin embargo, no contó con su hija, quien se ha convertido en manantial de intranquilidad para ella.
Según cuentan a Eschismografo, a Isabel no le hizo ninguna gracia que su hija acudiera al concierto acompañada por Alejandro Albalá. Aunque la artista sabía que Isa había decidido volver con su marido, no creía que volvería a introducirlo en la rueda familiar tan pronto. Como quien dice, tan solo llevan un par de semanas juntos y las cosas entre ellos no están claras. Tan pronto se aman, como se pelean. Pantoja lo sabe y de ahí que hubiera preferido que Chabelita acudiera sola al evento.
Lo cierto es que Isabel ya no sabe qué hacer con su hija. No entiende cómo teniéndolo todo en su mano para llevar una buena vida, se desparrama en noches de fiesta y días sin ocupación. Le preocupa su porvenir, pues Isa ni estudia ni trabaja. Simplemente, vive. Tampoco encuentra la estabilidad sentimental. Lo suyo con Albalá ha sido como una noria. Acabó en boda y ahora están en trámites de divorcio. Así las cosas, se comprende la preocupación de la tonadillera por su hija. Y es que, aunque parezca lo contrario, corre más por ella que por Kiko. Será porque a su hijo lo ve en un buen momento, feliz con Irene y volcado en su trabajo.
Aunque Isa sabía que a su madre le disgustaría que acudiera al concierto acompañada de Alejandro, hizo, como siempre, de su capa un sayo. Ni escucha ni quiere, no ya consejos, tampoco algunas leves indicaciones para tomar el camino correcto. Tiene un carácter muy difícil y eso ha hecho que su madre se sienta frustrada y predicando en desierto ajeno cuando habla con ella. Hace mucho que Chabelita no escucha a la tonadillera. Una pena que no haga caso de ella, pues si alguien sabe que la vida iba en serio es Isabel Pantoja.