Toño Sanchís y los motivos que le obligan a apelar contra Belén Esteban

Toño Sanchís empieza a estar cansado de que se ponga en duda si es acertado o no apelar la sentencia dictada a favor de Belén Esteban. Sin duda, la jueza ha visto muy claro que la razón la lleva la rubia, algo que se deduce de que las costas le hayan sido impuestas al representante, entre otras consideraciones. Se trata de un fallo donde no hay ni una coma favorable a Sanchís, que vive sus horas más amargas. Muerde el polvo y pone en duda la imparcialidad de la Justicia en el mediático contencioso. Según explicaron en Sálvame, el manager ha llegado a afirmar que Su Señoría es belenista. Menuda pájara que ha cogido el caballero mientras pedaleaba en el pelotón de los acusados.

Aunque son muchos los que aseguran que es una pérdida de tiempo que Sanchís apele la sentencia, él lo tiene claro y así lo ha manifestado a alguien muy cercano a su entorno: “Tengo que hacerlo. No me queda más remedio. He dicho que soy inocente y me veo en la obligación de llegar hasta el final. Si no recurriera, la gente pensaría que he mentido, y eso nunca”. No es el primero que se encuentra en semejante tesitura. Le ocurrió a María José Campanario en el contencioso sobre pensiones fraudulentas que la sentó en el banquillo junto a su madre. Le aconsejaron que dejara las cosas como estaban pero decidió seguir adelante y salió escaldada. Imposible predecir cómo le irá a Toño, cuya defensa intentará convencer a los tres magistrados que verán el recurso de apelación que el tema de los porcentajes, el famoso 30-70%, estaba aceptado por ambas partes, y así puede demostrarse mediante contratos rubricados por él y Belén.

Ya lo anunció Belén, que en cuanto hubiera sentencia, su equipo legal iniciaría querella contra su ex representado. Ojo, porque en ese proceso pueden revelarse aspectos desconocidos para el gran público. Sin duda, se prevé una dura y larga batalla entre los que se quisieron tanto. Y mientras Toño viaja constantemente a Valencia para reunirse con abogados y peritos, su mujer está en Madrid al cuidado de sus hijos. Lorena no está bien. Se siente engañada porque el fallo judicial ha mostrado sombras donde su marido hablaba de claros. Está en una posición complicada ya que ella es la responsable a nivel legal dado que es la administradora de la empresa objeto de litigio. Decir que va a separarse de Sanchís es arriesgado, pues está muy enamorada y lo ha apostado todo por él. Sin embargo, la relación no volverá a ser lo que fue. Ha aprendido la lección y sabe que eso de la confianza ciega ha llegado a su fin.