Las confesiones más duras de Belén Esteban sobre Toño Sanchís y Lorena
Ya anunció Belén Esteban que estaba deseosa de que se dictara sentencia para poder hablar. Y ha cumplido explayándose sobre su ex representante y su familia con declaraciones durísimas.
Belén Esteban es la protagonista indiscutible de la revista Semana que se pone hoy a la venta. La rubia ocupa toda la portada con unos titulares que muestran muy a las claras que lo suyo con Toño Sanchís es irreconciliable. Se trata de una entrevista que la colaboradora ha concedido a Gema López, cuyo nombre también aparece muy destacado en la tapa. Nadie mejor que la periodista para arrancarle a Belén confesiones que solo se hacen a personas que te conocen de verdad y con quienes mantienes una sólida amistad.
Los que pensaron que el tiempo haría que Belén bajara el hacha de guerra contra Sanchís, se equivocaron. Lo tiene muy claro, y pase lo que pase, no hay vuelta atrás. Un punto sin retorno del que no la mueve nadie: “No voy a perdonar a Toño jamás”, expresa la rubia en el papel cuché. Así es ella, vehemente, rotunda y firme creyente de que quien hace un cesto, hace ciento. Por tanto, si la haces, la pagas.
En los inicios del conflicto, Belén expresó que se había reunido con Lorena y que el encuentro había discurrido por cauces emotivos. Fue ella quien le proporcionó los contratos que Toño se negaba a darle. Parecía que Lorena estaba por la labor de arreglar las cosas sin acudir al juzgado. Sin embargo, llegó el comandante y mandó a parar. El manager le dijo a su mujer que estaba con él o con la Esteban. Y ella escogió a su marido, y le creyó. Ahora todo es diferente. Y para la familia de su ex representante va este directo a la mandíbula con pegada fortísima: “No me dan pena ni su mujer ni sus hijos. ¿Quién pensó en mi hija?”.
La casa donde viven Toño, Lorena y sus tres hijos bien podría ir a parar a manos de la Esteban, ya que está a nombre de la sociedad objeto del litigio, en caso de que se ejecute la sentencia que tan favorable le ha sido. En este caso, donde hubo fuego, brasas no quedan. Su corazón ya no late por el manager y su familia. El cariño ha mutado en hielo, de ahí que ni sienta ni padezca cuando piensa en las consecuencias que este asunto puede tener para los Sanchís: “Si se tiene que ir de su casa, que se vaya”. Las confesiones más crudas de Belén sobre el drama que le ha tocado vivir tan solo son un aperitivo. Esta semana, acudirá a Sábado Deluxe dispuesta a cantar la Traviata.