El drama de Jesús Tomillero: asesinaron a su padre y su madre lo abandonó
La vida no ha sido fácil para este árbitro que alcanzó la fama cuando salió del armario. Desde entonces, ha mostrado su lado divertido en un intento por evitar que el dolor salga a la luz.
Tras los ojos azules de Jesús Tomillero hay mucho dolor. Es cierto que sonríe, pero tiene ese poso de tristeza que le acompaña de forma perenne. Durante años, ha guardo bajo siete llaves su historia vital. Demasiadas preguntas sin respuesta que siguen atormentándole. Era muy pequeño cuando el destino hizo un doble mortal que cambió su vida. Su padre falleció. En un principio se dijo que había sido de muerte natural. Posteriormente, el árbitro conoció la cruda realidad: alguien asesinó a su progenitor y la investigación jamás se resolvió. Se decretó el secreto de sumario y después se archivó el caso. ¿Qué ocurrió? Tomillero no lo sabe. Ha intentado averiguar, pero todo son puertas cerradas con contraseñas imposibles de descifrar.
Jesús todavía se emociona cuando recuerda que su madre les llevó a él y a su hermano menor, Jhoni, a un centro de menores, y desapareció. Jamás ha explicado los motivos que hicieron que marcara a sus hijos a puro dolor. Los hermanos todavía tienen pesadillas en las que regresan a esas largas noches en las que lloraban en sus camas esperando que alguien los fuera a recoger. Pero nadie escuchaba. El resto de la familia tardó un poco en enterarse de lo que sucedía. Cuando comprobaron con horror lo que pasaba, removieron cielo y tierra para sacar de allí a Tomillero y a Jhoni. Fueron sus tíos paternos quienes los rescataron para darles una hogar. Y allí estuvieron sus abuelos, siempre al pie del cañón. De su boca jamás salió una mala palabra para la madre que se fue delante de los niños.
Esta España donde el Orgullo Gay se vive como una gran fiesta regada con abrazos y felicitaciones no tiene nada que ver con la que vivió Jesús cuando descubrió que había otras formas de amar más allá de las de hombre y mujer. Estando en el colegio, unos compañeros le llamaron “maricón”. Él no tenía ni idea del significado de la palabra y preguntó a la profesora. La respuesta hizo que empezara a temblar y negara para sus adentros lo que hacía tiempo percibía, que se sentía atraído por los chicos. Todo esto y mucho más podrá leerse en la biografía que Jesús Tomillero prepara y que está editada por Leilibros. Volar sin barreras es un libro escrito a corazón abierto en el que su autor no se ha guardado nada porque quiere que la gente conozca que es algo más que el árbitro que un día decidió salir del armario. Sin duda, la historia de un Superviviente, de un hombre que le hizo un corte de mangas al destino y ganó la partida de su vida. Al fin y al cabo, nosotros somos nuestro mayor reto.