Los indiscutibles motivos por los que Alba Carrillo debe ganar Supervivientes
La concursante está realizando una aventura digna de aplauso. Se ha reciclado en una superviviente capaz de enfrentarse a cualquier situación inesperada. Es nuestra ganadora.
Es una de las concursantes con más fuerza y entrega de la actual edición de Supervivientes. Alba Carrillo se enfrenta esta semana a la expulsión más complicada. Con unos contrincantes fuertes, lo cierto es que su paso a la final está a tan solo unos votos. Y es que aunque José Luis e Iván están dispuestos a arrebatarle su pase a la final del concurso, la modelo está más que capacitada para dar la campanada y convertirse en la finalista de oro. Desde ESChismógrafo apoyamos su candidatura avalados por estos cinco indiscutibles motivos.
Ha conseguido borrar la imagen de desairada que mostró durante la primera semana de concurso cuando su madre, Lucía Pariente, también se encontraba en Honduras. Fue capaz de convencer a la audiencia -y a sus propios compañeros- de que su carácter dista mucho de lo que se pudo observar en los primeros días de convivencia. Alejada de los gritos, de las peleas y de los enfrentamientos, Alba ha demostrado tener agallas y fuerza para convencer.
Su sentido del humor es pura delicia. Nos encanta verla reírse, gastar bromas e incluso ironizar sobre ella o sobre Feliciano López. Incluso en las discusiones, Alba parece cómica. No se le puede tener nada en serio porque, desde luego, su vis cómica es una de las características más importantes de una concursante que ha arrancado carcajadas en la isla pero también en el plató del programa.
Es generosa y sabe perdonar. Quién le iba a decir que Alba se iba a llevar a las mil maravillas con Laura Matamoros, con la que tuvo importantes enfrentamientos durante los primeros días de concurso. La modelo ha sabido perdonar las trapacerías de la hija de Kiko Matamoros, hacer borrón y cuenta nueva y demostrar que, por encima de todo, está siempre su bondad.
Ha demostrado que sabe valerse por sí sola, que no es la maniquí que acompaña a un deportista de élite. Su mayor victoria es que su hijo Lucas pueda comprobar que tiene una madre cincelada a prueba de bombas. No mengua ni se esconde, siempre es directa y sincera. Y eso es una de las mejores cualidades de un superviviente.
Porque su victoria será la de todos aquellos que han sufrido por amor. Que han vivido en sus propias carnes una historia de desamor, que les haya partido el corazón. Porque Alba Carrillo somos todos y lo ha hecho ver, con creces, en el concurso. La mayor parte de las tramas en las que se ha centrado el programa ha sido ella la protagonista. Y eso tiene que verse recompensado.