Rocío Carrasco en la encrucijada: se ve obligada a renunciar a su hijo David
Hace diecisiete años que Rocío y Antonio se separaron. Desde entonces, su punto de reunión son los juzgados. El último proceso judicial salpica a sus hijos, que podrían subir al estrado.
No hay vuelta atrás. Rocío Carrasco ha desistido de continuar luchando por recuperar a su hijo David. Este pasado lunes, tras prestar declaración en los juzgados de Alcobendas y, tras comprobar que el pequeño sigue queriendo vivir con su padre y que está feliz junto a él, los abogados desistían de continuar con el proceso. Un gesto que demuestra en qué punto se encuentra la hija de Rocío Jurado que, eso sí, sigue adelante con otros procesos judiciales.
En 1999, Rocío Carrasco y Antonio David Flores se separaban. Parecía que la distancia entre ambos fortalecería ese vínculo que mantienen los padres separados por el bien de sus hijos. Sin embargo, todo lo contrario, empezó una guerra que todavía no ha terminado. La hija de la más grande asegura a sus íntimos que está mal porque lleva diecisiete años aguantando las embestidas de su ex marido. Asegura que él es la mano que mece la cuna, quien le impide conciliar el sueño y disfrutar de la vida. También le culpa de la separación que existe entre ella y sus hijos.
La última batalla judicial que enfrenta a la ex pareja ha sido decisión de Rociíto, que ha presentado una demanda donde acusa a Antonio David por delito continuado de difamación, se refiere a que su ex marido lleva 17 años hablando mal de ella, secuestro de un menor (relativo al hijo que tienen en común, David) y alienación parental. En el escrito presentado ante el juzgado se especifica que la Carrasco está tocada y hundida anímicamente. A tal efecto, un especialista de su confianza ha presentado el resultado de la exploración psicológica que le hizo a la celebrity. Sin embargo, algo no le cuadra a la magistrada encargada del caso, que ha dado orden para que la demandante sea examinada por un perito psicológico del juzgado. En relación al hijo menor de la ex pareja, David, ya es mayor de edad y la jueza está muy interesada en escuchar su testimonio acerca del supuesto secuestro que su madre imputa a su padre. A la hija mayor, Rocío, le encantaría subir al estrado para declarar y aclarar todo lo relacionado con la alienación parental que proclama su progenitora.
Los juzgados se han convertido en punto de encuentro para Rocío y Antonio desde hace diecisiete años. Son muchas las demandas que se han cruzado. Más activa ha sido ella, completamente segura de que su ex ha tejido una trama para desacreditarla ante la opinión pública. Es tal su convencimiento que cree que el padre de sus hijos tiene un ejército de aliados en los medios que actúan bajo sus órdenes para denostarla. Ella lo tiene claro, un complot en toda regla. La mayoría de litigios que ha interpuesto la Carrasco han sido por derecho al honor. Otros han estado relacionados con la reclamación de las pensiones de alimentos que debía pasar Flores a sus hijos. En 2015, la celebrity presentó una querella por insolvencia punible y alzamiento de bienes para lograr que su ex le pagara los 58.000 euros que le debía en concepto de pensiones. Es más que posible que de ahí vengan los posteriores problemas que Antonio David Flores ha tenido con Hacienda. Y es que en la demanda se especificaba que el colaborador de televisión ocultaba “sus ingresos a través de terceras personas o distintas sociedades creadas para ello e interpuestas, con el fin de frustrar cualquier embargo”. También se hacía hincapié en la gran cantidad de trabajo que Antonio desarrollaba en su faceta de famoso en el sector del ocio. Y por si quedaba alguna duda en el aire, la defensa de Carrasco aportó las cantidades que el demandado había recibido por sus apariciones televisivas.
Es en este momento cuando cobran más peso las palabras que Rocío Flores asegura le dijo su progenitora un día y que se han hecho públicas vía Antonio David: “No voy a parar hasta meter a tu padre en la cárcel”. Este fue uno de los detonantes que marcó el principio del fin de la relación entre madre e hija. Desde pequeña, Ro ha estado muy unida a su padre. No fue de su gusto la elección sentimental de su madre. Nunca congenió con Fidel Albiac. El tío materno de la Carrasco, José Antonio, lo tiene claro: “Si se porta así con su hija, ¿cómo no va a hacer lo que ha hecho con nosotros? Que se quede con Fidel y que sea muy feliz”. Y es que los Mohedano, Ortega Cano, Gloria Camila, José Fernando, Ro y Da han perdido la esperanza de que soplen vientos de reconciliación. Todos saben que Rociíto tiene un carácter muy fuerte, que no da su brazo a torcer y que no escucha consejos. ¿Rocío contra el mundo o el mundo contra Rocío?