La viuda de Palomo Linares abandona su destierro y confirma haber sido robada
La magistrada confirma el robo en El Palomar pero aporta nuevos datos: también a ella le faltan pertenencias importantes y de alto valor económico.
Fue CorazónTVE el primer medio en explicar que en la finca El Palomar se había producido un robo. Una sustracción de bienes, por valor de dos millones de euros, que había provocado un auténtico quebradero de cabeza en el seno de la familia de Palomo Linares. Las sospechas eran claras. Sin embargo, ninguno de los protagonistas quiso acusar en público. Tampoco Concha Azuara, la viuda del torero, quiso aclarar un hecho que pudo haberse producido el mismo día de la inesperada muerte y que habría descubierto ella misma al volver a la residencia: "fue muy desagradable, aunque lo curioso es que se han devuelto algunas cosas que habían desaparecido", explica alguien cercano a la casa.
Unos acontecimientos que también conoce Concha, que asiste impávida al devenir hilarante de los acontecimientos. Observa en silencio el desarrollo de una fábula escrita muy a su pesar. Eso sí, desde sus trincheras se prepara para una guerra que podría desencadenarse en los próximos días. Es consciente del trasiego informativo, pero prefiere no entrar en divagaciones o acusaciones. Prefiere esperar a que sean otros los que saquen su nombre a relucir: "será entonces cuando ella, de forma muy clara, deje las cosas claras. Y te aseguro que tiene pruebas de todo", dice alguien cercano a la magistrada.
Porque no solo se ampara en su testimonio, sino también en los documentos que tendría en su poder y que, sin duda alguna, probarían su inocencia en el expolio, confirmado por todas las partes afectadas: "a mí también me han robado. Me faltan relojes, pendientes y algún cinturón pero yo ya lo doy por perdido", dice Concha en las que son sus únicas palabras sobre el escándalo y que publica la revista CorazónTVE. No quiere ahondar en detalles ni tampoco enzarzarse en una dialéctica con los hijos de Palomo.