Rocío Flores no quiere cometer los mismos errores de su madre

Rocío Flores lo tiene claro. No quiere seguir los pasos de su madre en cuanto a comportamiento. Para la joven, Rocío Carrasco es un libro titulado Modelo de imperfección. De ahí que tenga clarísimo que no cogerá el mismo camino que su madre pisó cuando era joven y gustaba de la sobreexposición mediática jugando al amor. En este punto, su hija ha decidido continuar otra ruta. Tiene novio y el joven, de quien solo conocemos su nombre, Manuel, es su secreto mejor guardado. Viven su historia lo más alejados posible de los fotógrafos. Los dos están de acuerdo en que sería un error entrar en la rueda mediática y comerciar con el asunto.

Mucho se habló de que Rociíto estaba abatida tras ver a su hijo en el juzgado y no acercarse a él. Sus allegados comentaban sotto voce que estaba dispuesta a cualquier cosa para subsanar el error. Sin embargo, todo ha quedado en agua de borrajas. La verdad es que David quedó muy tocado tras lo sucedido, pues aunque haya decidido vivir con su padre, adora a su madre. Es un chico muy sensible y este tipo de situaciones le afectan sobremanera. Con una llamada de teléfono se conformaría. Sin embargo, pinta como imposible.

Si algo tiene claro Rocío Carrasco es que sigue adelante en la demanda que interpuso contra Antonio David. Se ha filtrado que quiere que su prima, Chayo Mohedano, acuda como testigo. Esto ha hecho que arda Chipiona y José Antonio, marido de Gloria Mohedano, salga a la palestra para terciar con vehemencia: “Quería decirle a Rocío, aunque ella no lo quiera escuchar, darle el consejo de que retire la demanda. Si en el pecho no tiene un músculo, sino un corazón, que lo escuche. Esta demanda está perdida desde que empezó, que cuanto más gane o más cárcel le echen a David más va a perder. La única oportunidad que tiene de que esos hijos le vuelvan a dar algún día un beso es que retire esa demanda”.

Por si lo anterior no fuera suficiente, José Antonio Rodríguez ha asegurado que declarará a favor de Antonio David si éste se lo pide. También ha revelado que mintió en el proceso de nulidad eclesiástica que inició Rociíto: “No debería haberlo hecho porque mentí. Me preguntaron si David hubiera preferido que Rocio no tuviera su segundo hijo y dije que sí, que se podía pensar que lo había insinuado”. Así las cosas, ya todos los lazos están rotos entre los Mohedano y Rocío Carrasco. No hay vuelta atrás. Difícil papel le toca a Chayo, entre la espada y la pared. Es la única de la familia que mantiene contacto con la Carrasco.