Bombazo y drama de Julio Iglesias: confiesa cómo se siente realmente como padre

Julio Iglesias se encuentra en su verano más horribilis. El cantante se llevó un gran varapalo cuando conoció que el tema de su supuesta paternidad sobre Javier Sánchez había regresado del pasado tras una prueba de ADN. El joven sería fruto de una esporádica relación que el artista habría mantenido con María Edite Santos. Un tema que siempre le ha incomodado porque significaría que fue infiel a Isabel Preysler. Siempre se rumoreó que la pareja se separó harta ella de las compañías femeninas que frecuentaba él.

En estos días, Victoria y Cristina, las gemelas que Iglesias ha tenido de su unión con Miranda, acaparan el interés mediático debido a su aterrizaje en las redes. Al cantante le preocupa la exhibición que hacen sus niñas vía fotografía. Victoria y Cristina quieren ser modelos y utilizan Instagram como lanzadera. Sin embargo, al artista no le gusta y preferiría que siguieran en un perfil bajo. Tanto él como su mujer estuvieron de acuerdo en que sus cinco hijos estudiaran en casa. Por tanto, poco contacto han tenido con el mundo real. Teme Julio que esto le pase factura a sus gemelas y que puedan escuchar cantos de sirena que las lleven contra las rocas.

El artista jamás ha escondido que la persona más importante en su vida ha sido su padre. Estaban muy unidos. Tanto que el doctor Iglesias Puga abandonó su trabajo cuando Julio sufrió aquel accidente que le mantuvo postrado en la cama durante un par de años. Desde entonces, se volvieron inseparables. El padre consagró su vida al hijo y ahí se estrechó un vínculo que solo la muerte pudo separar. Ni de lejos ha conseguido Julio Iglesias emular a su progenitor, y esa es su gran pena, que se siente fracasado como padre. Así se expresó sobre la relación con su hijo Enrique: “Mi relación con Enrique no es fácil porque Enrique es muy personal. Es un chaval que no admite… Lógicamente, cómo va a admitir con el éxito que tiene sugerencias de nada. Entonces, siempre que hablamos, me habla de otra cosa, de que se ha comprado un avión nuevo… Cosas superficiales que no valen para nada… Mi hijo me hace llorar porque me toca fibras muy importantes. Y yo creo que tiene mucha razón porque Enrique es de esa clase de chiquillos que pueden ser rebeldes con causa. Porque nunca fui un padre muy apegado a mis hijos, en el sentido de que yo estaba todo el día viajando. En aquella época viajaba como un peón y no tuve ese tiempo necesario para estar más dentro de ellos. La relación que yo tuve con mi padre no tiene nada que ver con la que tuve con Enrique, sobre todo en los últimos años, cuando empezó a cantar”.

Cuando Chabeli, Julio Jr. y Enrique se fueron a vivir a Miami por una cuestión de seguridad, sucedió tras el secuestro y la posterior liberación del padre del artista, Julio Iglesias estaba labrándose un futuro como artista internacional. Poco contacto tenía con sus hijos mayores ya que se pasaba la vida entre actuaciones y estudios de grabación. Los niños crecieron al cuidado de su abuela paterna, Rosario de la Cueva, ya que Isabel Preysler se quedó en España y creó una nueva familia con Carlos Falcó, padre de Tamara, poco después llegaría Miguel Boyer y nacería Ana. Así las cosas, tanto Chábeli como Julio Jr. y Enrique han acusado mucho la falta de sus padres. Pasan los años y el artista hace examen de conciencia y reconoce que no ha hecho las cosas bien.