Alba Carrillo contra las cuerdas: se avecina demanda por impagos
La situación se complica por momentos para la modelo que sigue acumulando graves problemas con parte de su entorno.
Alba Carrillo sufre las consecuencias de malas decisiones
Alba Carrillo se queda sola. No es nada nuevo después de que personas de su entorno más próximo hayan decidido dar un golpe en la mesa y desaparecer de su lado. Se cumplen los peores presagios que algunos vaticinaron cuando la maniquí empezó a despuntar en el show televisivo. Excesiva exposición, fama repentina y dinero para exportar. Una combinación golosa pero convertida en arma de doble filo para quien no está preparada para jugar. Y Alba no lo está.
No solo porque ha ido perifieneo apoyos y afectos, sino porque sus decisiones son una conjunción de errores fatales. No da una. Los más alarmistas sostienen que es por culpa de una madre metomentodo que domina, ordena y hasta replantea vidas ajenas. Los más benévolos, en contra, hablan de una inmadurez prohibitiva para estar en la treintena. La última en darle puerta ha sido Teresa Bueyes, harta de una personalidad oscilobatiente. Tiene suerte Alba del hermetismo ensordecedor con el que trabaja la Bueyes. No suelta prenda aunque en su mirada se dibuje dolor, rabia e impotencia. Alba es mala pagadora.
No solo en cuanto a los afectos. Atiza a quien más la quiere y jura venganzas sinsentido. Parece una niña con rabietas continuas, provocadoras y ciertamente incomprensibles. Ahora se enfrenta a las reclamaciones que Teresa y su primera abogada están dispuestas a hacerle para que cumpla con sus obligaciones económicas, como conté en La Mañana de TVE. Carrillo vocifera, sí, pero no paga. O tal parece, según lo que sostienen las letradas que, durante este tiempo, han ejercido de guías judiciales y casi espirituales.