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Lady Di: “Mi marido planea matarme y así poder casarse con Camilla"

Veinte años después de la muerte de la princesa, la versión oficial está en duda. Diana comunicó a sus amigos que Carlos de Inglaterra planeaba un accidente de tráfico para asesinarla.

¿Muerte planeada o accidente?

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Veinte años han pasado desde que Lady Di perdiera la vida en París. ¿Fue un accidente de tráfico o un atentado milimétricamente preparado? Las incógnitas continúan. No hay respuestas. Lo único cierto es la fecha de su muerte, 31 de agosto de 1997. ¿Qué ocurrió aquella fatídica noche? Para empezar, en el último momento, el chófer que conducía el coche sugirió una ruta alternativa. Misteriosamente, las cámaras del Túnel del Alma no grabaron el momento del siniestro, cuando, minutos antes, funcionaban perfectamente. Cuando los efectivos de emergencia llegaron al lugar de los hechos, la princesa estaba consciente y hablaba. La trasladaron al hospital pero no al más cercano. El trayecto duró cuarenta minutos. Se sabe que la ambulancia hizo varias paradas. La versión oficial cuenta que el motivo fue reanimar a Diana. Sin embargo, esto no cuadra por la cercanía de otros centros médicos debidamente acondicionados.

En casos de muerte violenta, la autopsia es obligatoria. Que conste, a Diana no se le practicó. La patóloga a quien se le encargó un examen externo del cadáver de la princesa recibió órdenes estrictas, como así consta en uno de los informes policiales, de no extraer muestras de sangre. Un médico que estaba de guardia aquella noche aseguró que a Lady Di se le practicó una extracción cuyos resultados se depositaron en el informe médico. Al día siguiente, cuando el facultativo acudió para revisar esa carpeta, ni rastro de documento alguno que probara la realización de análisis, tan solo una hoja con notas generales sobre el estado del cuerpo. Esto da pie a la teoría de que la princesa estaba embarazada cuando falleció. Mucho se ha hablado y escrito de una carta confidencial que habría enviado el director de anestesiología del centro médico Salpêtrière, donde fue trasladada la princesa, a Jean Pierre Chevànement, entonces ministro del interior francés. En la misma, el doctor confesaba al político que Diana de Gales estaba embarazada de nueve semanas. Las dos partes implicadas negaron que tal cosa fuera cierta y el documento jamás vio la luz.

En los días que Diana compartió con Dodi en París su sombra fue el paparazzi James Andansson, con contacto regular con el MI6, el servicio secreto británico. Algunos de los que han investigado a fondo la muerte de la princesa han llegado a la conclusión de que James era la persona que conducía el Fiat 1 de color blanco que habría embestido el coche en el que viajaban Al Fayed, Lady Di, el conductor del vehículo, Henry Paul, y el guardaespaldas Treevor Rees-Jones, el único que sobrevivió pero que afirma no recordar nada de lo sucedido la noche de autos. Durante años, James Andansson se jactó de tener pruebas que desmontarían la versión oficial del suceso. Su cadáver se encontró dentro un coche, con dos orificios de bala en la cabeza. Días antes del deceso, personas sin identificar entraron en la oficina del paparazzi y se llevaron gran parte del material que guardaba.

Meses antes de morir, Lady Di envió varias cartas a sus amigos donde aseguraba que Carlos de Inglaterra quería matarla, provocando un accidente, para así poder tener el camino libre para unirse a Camilla Parker-Bowles. La princesa le confesó a su mayordomo, uno de sus grandes apoyos, Paul Burrell, que preveía un accidente de tráfico donde fallarían los frenos o el cinturón de seguridad. Lo que siempre se ha considerado una de sus manías o intuición bien podría deberse a una información que un alto cargo le hizo llegar.

Si alguien se ha dejado la piel intentado demostrar que Dodi y Diana fueron víctimas de un asesinato ha sido Mohamed Al Fayed. Hace tiempo reveló que alguien perteneciente a los servicios secretos le detalló que se había planeado la muerte de un político. El millonario se quedó helado cuando supo que los detalles de esa muerte eran calcados a lo sucedido a su hijo y a la princesa. La persona que hizo esta revelación a Al Fayed era un miembro del MI6 y el político para quien se había preparado esa desaparición, Slobodan Milošević.