María José Campanario telefoneó a Andrea Janeiro para hablarle de Belén Esteban
La esposa de Jesulín se ha dedicado a llamar a muchas personas en su verano horribilis. Además de a Belén, también lo ha hecho a Andrea Janeiro. El fuego, lejos de apagarse, se aviva.
Desde que María José Campanario ingresara en un centro especializado en alteraciones del comportamiento, mucho se ha hablado y escrito acerca del mal que la aqueja. Cuando la noticia saltó, ella negó asegurando que se encontraba en su domicilio. Incluso enviaba fotos donde se la veía tomando el sol en la piscina de la urbanización donde vive. Aseguraba entonces que esa era su realidad. Sin embargo, para entonces, ya ocupaba una habitación en la Clínica El Seranil, un hospital de Salud Mental dedicado al tratamiento de la depresión, ansiedad, adicciones y otros trastornos del comportamiento. Fue estando ahí cuando telefoneó a Belén Esteban para decirle que deseaba reunirse con ella recalcando que su familia no podía enterarse. Según explicó la rubia, otros miembros de su familia también recibieron llamadas de la mujer del torero. En todas hacía hincapié en su deseo de encontrarse con Belén. El círculo al que tiene acceso la Campa en relación a los íntimos de la Esteban queda reducido a una persona, Andrea Janeiro. Pues bien, fue con ella con quien se puso en contacto. La joven se sorprendió al escuchar la voz de María José ya que denotaba que no se encontraba bien. Resolvió el asunto como pudo. Se lo explicó a su madre y le pidió que no hiciera público lo sucedido dado que quiere mantener un perfil bajo.
Las críticas hacia Belén estallaron cuando concedió una entrevista a Sábado Deluxe donde explicó todo lo relativo a la llamada que le hizo María José. Se habló entonces de su falta de ética al revelar lo que Campanario le dijo cuando estaba en un punto álgido de su enfermedad. Sin embargo, el tsunami desapareció cuando la esposa de Jesús concedió una exclusiva hablando sobre su enfermedad. En ese momento, perdió el favor de público y prensa ya que hizo lo mismo que su enemiga solo que en un medio en papel. No debería extrañar, pues si se repasa su historia puede comprobarse que no deja pasar la ocasión de aprovechar la polémica sobre su persona para realizar reportajes muy bien pagados. Y todo esto con el beneplácito de Jesulín, que, cuando los reporteros le preguntan sobre su mujer, repite cual poseso: “En el ¡Hola! En el ¡Hola! Que es donde me pagan”. Esto ha hecho que algunos se pregunten si el diestro está obsesionado con el magazine, de otro modo no se entiende tanta mención gratuita. A lo peor es que la publicación rosa le ha contratado como imagen. Vaya usted a saber.
Los periodistas de lo rosa al ver que María José está tan bien que negocia y realiza exclusivas, no han dudado en contactarla. Sin embargo, su respuesta deja helado al más pintado por el cinismo que encierra: “Los médicos no me dejan hablar con la prensa”. Sin duda, la señora de Janeiro se pitorrea. Todo indica que es muy amiga de las bromas y que disfruta tomando el pelo. Admirable su sentido del humor, sino fuera porque lo vivido este verano es muy serio. Por tanto, frivolizar hace que su imagen siga cayendo enteros. Si estuviera en la carrera electoral, sus asesores le aconsejarían que se retirara antes de hundirse en las encuestas y verse forzada a abandonar. Y lejos de hacer caso a los consejos médicos, Campanario ha reabierto su perfil en una red social. Le gusta interactuar con sus seguidores. La mayoría la colman de frases bonitas que rezuman peloteo y antibelenismo. Otra vez sigue alimentando el fuego de los antipotorristas (así se denominan algunos de los contrarios a Belén). Al igual que sin dinero no había rock and roll, sin confrontación tampoco.