La maldición de los Franco en el amor. Otra separación matrimonial azota al clan
Los nietos del dictador no han seguido los pasos de sus padres, que sostuvieron un matrimonio sin amor durante años por guardar las apariencias. El clan se ha visto sacudido por otra ruptura
Los Franco parecen tener una maldición en cuestiones de amor. Más concretamente, en las uniones matrimoniales. ¡Ay si el dictador y su mujer levantaran la cabeza…! Como confesó su hija hace algún tiempo: “Mi padre está mejor en el otro mundo que en este”. Así como la hija del matrimonio, Carmen, aguantó carros y carretas junto al marqués de Villaverde, sus descendientes actúan de forma diferente. La hija de Franco descubrió que las atenciones de las que hacía gala su novio, el apuesto Cristóbal Martínez-Bordiú, desaparecieron al poco de casarse. Fue ahí cuando supo de sus auténticas intenciones, estar cerca del poder, y para eso la escogió a ella. Tuvo que resignarse a vivir con un hombre que no solo no se escondía, sino que alardeaba de sus conquistas femeninas en público. Carmencita miraba para otro lado y hacía caso de los consejos maternos, esos que hablaban de que hay que llevar la cruz con la máxima dignidad y seguir el camino marcado.
Carmen y Cristóbal tuvieron siete hijos, Carmen, Francis, Mariola, Merry, Cristóbal, Arantxa y Jaime. La mayor pronto ocupó titulares por cuestiones sentimentales. Era muy joven cuando se enamoró perdidamente de Jaime Rivera, el jinete que la enseñó a besar cuando tenía catorce años. Aquella pasión adolescente, lejos de disminuir, aumentaba y el marqués de Villaverde hizo todo lo que estuvo en su mano para fulminarla. En un viaje que realizaron padre e hija, hicieron parada en Estocolmo, donde ejercía de embajador de España en Suecia Alfonso de Borbón. Años más tarde, él escribiría en sus memorias lo que sintió al ver a la nieta de Franco por primera vez: “Y en la noche polar la vi aparecer como un rayo de sol español”. Tuvieron un noviazgo corto y pronto empezaron los preparativos del enlace. Tenían dos hijos cuando ella conoció a Jean Marie Rossi y se fue con él a París. No pudo llevarse a Fran y Luis Alfonso con ella y se convirtió en una proscrita para los suyos y los de su clase. Volvió a casarse con José Campos pero acabaron muy mal. En su vida ha habido muchos romances. Hoy está sin pareja.
Francis Franco se casó con María Suelves y tuvieron dos hijos. El matrimonio sufrió una fuerte crisis cuando, instalados en Chile, el nieto del dictador tuvo problemas legales. Regresaron a España pero ya estaban tocados como pareja. Se separaron pero la relación entre ambos siempre ha sido muy buena. El nieto del dictador contrajo segundas nupcias con Miriam Guisasola, con quien ha tenido dos hijos más, un niño y una niña. El año pasado estaban a punto de divorciarse cuando decidieron darse otra oportunidad. Parece que ha funcionado y siguen unidos. La más discreta del clan, en cuanto a los medios, ha sido Mariola, que se casó con Rafael Ardid y jamás han dado que hablar. De ella cuentan que era la nieta favorita de Franco. En el mismo perfil bajo se sitúa Arantxa Martínez-Bordiú, que apareció en la prensa rosa con motivo de su boda y poco o nada se sabe de ella.
La unión más polémica en el clan Franco la protagonizó Merry con Jimmy Giménez-Arnau. Tenían una hija en común cuando se separaron. Jamás han vuelto a cruzar palabra. El escritor reveló las intimidades familiares de los Franco en un libro muy polémico. Durante años, se quejó de que su ex mujer no le dejaba ver a su hija, Leticia, que, ya mayor de edad, no ha querido tener contacto con su padre, ni tan siquiera le invitó a su boda con un acaudalado hombre de negocios. Jaime Martínez-Bordiu siempre ha sido uno de los favoritos de la prensa por su cercanía. Se casó con Nuria March y tuvieron un hijo. La cosa no funcionó y se separaron. La relación entre ellos no es tan avenida como nos han hecho creer. Jaime confesó tener problemas de adicción durante su relación con Ruth Martínez, que le acusó de malos tratos y ganó. Tras romper este noviazgo, Jaime desapareció del primer plano mediático.
Treinta y dos años de matrimonio son los que llevan a las espaldas Cristóbal Martínez-Bordiú y Jose Toledo. La pareja estaba considerada como muy sólida y no habían trascendido crisis, lo que no quiere decir que no las hayan tenido, tal como explicó la presentadora. Esta ruptura es la última que ha sacudido al clan Franco. Los protagonistas prefieren no hacer declaraciones. La verdad es que jamás han sido partidarios de airear su vida íntima en público. A la matriarca de la saga ya nada le sorprende, así que se ha tomado esta enésima ruptura dentro de su familia con total normalidad. Su máxima, aceptar a los hijos como son y con sus circunstancias. Esta ruptura le ha pillado de crucero por el Danubio, donde se fue para celebrar su 91 cumpleaños. Sus hijos han decidido aliviar a Carmen Franco de ciertas obligaciones, así que la han apartado de la gestión del patrimonio familiar. Aunque ella asegura que se encuentra bien, en opinión de su hija Carmen, no lo está, de ahí los cambios.